La palabra hebrea que se traduce como NECESITADO/A en el Antiguo Testamento, aparece unas 60 veces.
Esta palabra tiene su origen en un pictograma o signo gráfico que representaba una MANO VACÍA que estaba a la espera de ser llenada.
Esta es la idea detrás de la palabra NECESITADO.
Somos necesitados porque necesitamos ser llenos.
Es claro que el ser humano como tal es un ser necesitado.
En todos los ordenes de la vida, somos seres necesitados.
Y Dios como nuestro creador lo sabe.
El sabe que somos necesitados.
Y así como lo sabe, también ha instrumentado las maneras de satisfacer esa necesidad.
Isaías 41:17-18 /NTV
17 »Cuando los pobres y los necesitados busquen agua y no la encuentren, y tengan la lengua reseca por la sed, entonces yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, nunca los abandonaré.
18 Abriré ríos para ellos en los altiplanos. Les daré fuentes de agua en los valles
y llenaré el desierto con lagunas de agua; por la tierra reseca correrán ríos alimentados por manantiales.
Sabemos que tenemos necesidad de muchas cosas… y Dios promete satisfacer nuestra necesidad.
Pero ¿Cuál es la mayor necesidad del ser humano?
Jesús dijo:
Mateo 16:26 /RVC
…¿de qué le sirve a uno ganarse todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué puede dar uno a cambio de su alma?
Es decir, sin Dios, se puede tenerlo todo según los parámetros humanos, pero aún así estar completamente vacío y necesitado.
Porque la mayor necesidad del género humano es salvar su alma. Y sin Dios esto es imposible.
Porque nada de lo que el hombre pueda dar, alcanza a cambio de su salvación.
Sólo Dios puede salvar al hombre.
Por lo cual, Dios es la mayor necesidad de la humanidad.
En virtud de esto, creo que la mayoría de los que estamos aquí hoy, tenemos cubierta o satisfecha esta necesidad.
Si no es así, Dios te dice: “Hoy es el día de Salvación”.
Dios te está llamando para que lo reconozcas como tu SEÑOR, como el dueño de tu vida.
Como la mayor necesidad de tu existencia.
Si crees que Jesucristo murió por vos y en tu lugar, en la cruz, hace más de 2000 años, y crees que Dios le resucitó al tercer día, decile ahora en tu corazón, que le entregas el gobierno de tu vida y que deseas seguirlo.
Y el Señor que ve el deseo de tu corazón, vendrá a tu vida, y hará de tu ser, su morada. Y como consecuencia, te dará una Vida Nueva.
No desaproveches esta oportunidad que Dios te está ofreciendo en este día.
Y para los que ya somos hijos de Dios ¿cuál es nuestra mayor necesidad?
Si vamos a lo que las Sagradas Escrituras nos dicen…
Colosenses 2:9-10 /PDT
9 Todo lo que Dios es, habita corporalmente en Cristo…
10 En Cristo, ustedes están completos y no necesitan nada más…
Lo que Dios dice es contundente… “en Cristo, estamos completos y no necesitamos nada más…”
Si esto es así… ¿por qué en la práctica, en la vida diaria, en el día a día, no vivimos esta plenitud?
Es más, según como vivimos, pareciera ser que aún vivimos en Necesidad.
¿Qué es lo que pasa?
Lo que Dios dice en su Palabra … ¿es mentira? ¿exagera? o ¿lo dice para una época futura?
De ninguna manera. Dios no miente. No exagera. Y lo que dice en Colosenses 2.10 es para HOY.
Entonces…
¿Por qué nos cuesta tanto vivir en la Plenitud de Cristo, agradando a Dios, de acuerdo a su voluntad, de acuerdo a su Palabra?
Veamos que dice Hebreos 11.6 …
Hebreos 11.6 /TPT
Y sin fe dentro nuestro sería imposible agradar a Dios. Porque cualquiera que se acerque a Dios debe creer, sabiendo que él es real y que recompensa la fe de aquellos que lo buscan apasionadamente.
Sin lo que Dios nos regala, NO TENEMOS EL PODER para cumplir con su voluntad, es decir: No tenemos el poder para vivir como a Él le agrada.
SOMOS IMPOTENTES O SIN PODER.
El ser humano no puede cumplir con la voluntad de Dios en sus propias fuerzas.
Es IMPOSIBLE.
Pero ¿Dónde está el PODER que necesitamos?
Porque es claro que si queremos agradar a Dios, necesitamos PODER.
Y no cualquier PODER, sino el PODER que Dios nos da.
El Señor antes de partir le dijo a sus discípulos:
Hechos 1.8 /NBV
… cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes recibirán poder para ser mis testigos …
Es indudable que el PODER que necesitamos es el Espíritu Santo de Dios.
Él es el Espíritu de PODER que todo discípulo de Cristo ha recibido.
El libro de los Hechos, detalla en más de una oportunidad, la experiencia de ser LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO o del BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO.
La primera vez fue en Pentecostés (Hechos 2).
Pero luego leemos en el mismo libro de los Hechos, varias oportunidades donde esta experiencia ocurrió y a las mismas personas…
Si queremos agradar a Dios.
Si anhelamos experimentar la Vida de Cristo en nosotros.
Si queremos saborear la buena voluntad de Dios para nuestras vidas.
Si realmente deseamos vivir la VIDA ABUNDANTE que Cristo prometió a sus discípulos…
Entonces, SÍ O SÍ, necesitamos ser LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO.
Porque seguir a Cristo no se trata de HACER, sino se trata de SER.
Y para SER, necesitamos del PODER DEL ESPÍRITU SANTO DE CRISTO.
Por esto Jesús, les dijo… “esperen, no salgan, esperen… porque cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes recibirán PODER para SER…”
- Queremos SER hombres y mujeres que caminen en VICTORIA, necesitamos el PODER del E.S.
- Queremos SER hombres y mujeres que vivan en SANTIDAD, necesitamos el PODER del E.S.
- Queremos SER hombres que amen a sus esposas como Cristo amó a la iglesia, necesitamos el PODER del E.S.
- Queremos SER mujeres que respeten a sus maridos como el Señor quiere, necesitamos el PODER del E.S.
- Queremos SER padres que eduquen a sus hijos en el camino del Señor, necesitamos el PODER del E.S.
- Queremos SER hijos que obedezcan en todo a sus padres, necesitamos el PODER del E.S.
- Queremos SER testigos al mundo del PODER DE DIOS, necesitamos el PODER del E.S.
El apóstol Pedro al terminar su predicación, el día de Pentecostés dijo:
Hechos 2:39 /NBV
porque para ustedes es la promesa, y para sus hijos, y aun para los que están lejos, pues es para todos a los que el Señor nuestro Dios llame.
De que promesa estaba hablando… DE LA PROMESA QUE HIZO DIOS DE QUE DERRAMARÍA SU ESPÍRITU …
Isaías 44.3 / Joel 2.28-29 / Isaías 32.15 / Ezequiel 39.29 / Zacarías 12.10
La PROMESA de Dios sigue vigente, no caducó.
Es para nosotros.
Es para todos los que creen en que Dios cumple las promesas y que recompensa y premia a quienes lo buscan apasionadamente.
Jesús dijo: “… el que está sediento… venga a mí y beba… y de su interior correrán ríos de agua viva…”
Estos ríos de agua viva, representan el Espíritu Santo de Dios fluyendo a través nuestro, dándonos PODER para vivir, para disfrutar de esta VIDA que el Señor nos regala.
Si hoy te mirás y considerás que estás viviendo a medias, que todo te cuesta, que es un peso agradar a Dios, que vivís frustrado porque NO PODÉS, si son más las derrotas que los triunfos, si te encontrás siendo vencido por el pecado…
Entonces estás necesitando del PODER del Espíritu de Cristo.
Y ¿como se logra ser LLENO DEL ESPÍRITU SANTO?
En primer lugar Jesús dijo, “si alguno está sediento…”
Es decir sufriendo dolorosamente por la falta de agua y anhelando desesperadamente saciar su sed.
En segundo lugar, venir a Cristo.
Acercarse con humildad al Señor. Reconocer nuestros pecados, nuestra independencia de Él, y aceptar su perdón, no porque lo merezcamos sino por que Cristo murió por nosotros.
En tercer lugar, pedir con fe.
Lucas 11.12
Si los padres imperfectos saben cómo cuidar con amor a sus hijos y darles lo que necesitan, cuánto más el Padre celestial perfecto dará la plenitud del Espíritu Santo cuando sus hijos se lo pidan.
Y último, agradecer.
Alabar a Dios, darle gracias. Bendecir su nombre.
Debemos abrir nuestra boca para que ese Río de Dios comience a fluir.
Dios es soberano y el hace lo que quiere.
No tengas temor.
No hay mayor gozo que el Gozo del Espíritu en nosotros.
No hay mayor Plenitud que la Plenitud del Espíritu Santo.
No hay mayor Poder que el E.S.
Recibamos con fe.
El quiere saciar nuestra SED de Él.
Isaías 41:17-18 /NTV
17 »Cuando los pobres y los necesitados busquen agua y no la encuentren, y tengan la lengua reseca por la sed, entonces yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, nunca los abandonaré.
18 Abriré ríos para ellos en los altiplanos. Les daré fuentes de agua en los valles
y llenaré el desierto con lagunas de agua; por la tierra reseca correrán ríos alimentados por manantiales.