La fórmula de la estabilidad

Me parece que todos podemos coincidir que estamos viviendo en un NUEVO MUNDO.

Ya no estamos sobre el mismo escenario sobre el que estuvieron nuestros padres, y tampoco sobre el que estuvimos hace 20 años.

El escenario mundial, nuestra sociedad, cambió.

En aquella sociedad, por ejemplo, era común que un obrero se jubilara en la misma empresa de toda la vida.

Es más, si en el currículum, se leía que había cambiado de muchos trabajos, esto estaba mal visto.

La palabra tenía un valor supremo.

El sólo apretón de manos, sellaba acuerdos.

El matrimonio era para toda la vida.

La verdad era una.

En cambio HOY, nuestro mundo, se caracteriza por la MOVILIDAD LABORAL, por LA RELATIVIDAD DE LA PALABRA, por las “verdades” relativas que van cambiando de acuerdo a las circunstancias.

Si aquella sociedad era de alguna manera ESTABLE… podemos decir que el mundo actual tiene como característica principal, el CAMBIO, la constante TRANSFORMACIÓN y por lo tanto la INESTABILIDAD en varios sentidos.

Los pilares sobre los cuales el ser humano se apoyaba y le daban cierto grado de seguridad, fueron desapareciendo.

Hoy se habla de una sociedad líquida o modernidad líquida que se caracteriza por:

— Crisis de la identidad

— Movilidad laboral

— Sobredosis de información sin filtrar

— Falta de credibilidad 

— El fin del compromiso mutuo y por lo tanto relaciones interpersonales fugaces

Permítanme resumirlo así: “INESTABILIDAD POR TODOS LADOS”…

A partir de esta realidad y cómo seguidor de Cristo… 

¿Cómo hago para que esto no afecte mi vida? 

¿Cuál es el antídoto para que la INESTABILIDAD del mundo que me rodea no produzca INESTABILIDAD en mi vida?

Si no tenemos respuestas a estas u otras preguntas similares, es muy probable que mi vida sea afectada con la INESTABILIDAD que reina alrededor nuestro.

Y si esto pasa… y es muy probable que esté pasando … vivimos con ANSIEDAD… porque al no tener algo de seguridad en lo que pueda pasar… esto nos genera ANSIEDAD, INSEGURIDAD EMOCIONAL, TEMORES, DESCONFIANZA…

Y este “COCTEL” de emociones, repercuten por supuesto en la salud emocional y también la física…


Pensando un poco en todo esto de la INESTABILIDAD, recordé que hace unos años, mi señora fue al médico por unos mareos y le diagnosticaron “Síndrome vertiginoso”… aunque después resultó que no era tanto eso y más problemas de cervical.

Sin profundizar en el tema de medicina… podría decir que este problema en el equilibrio y la sensación de que todo da vueltas a nuestro alrededor, por lo general está causado por problemas en el oído interno…

En forma similar, nuestra estabilidad o inestabilidad espiritual está relacionada con el otro “oído interno” osea con el oído espiritual.

Leamos lo que dijo Jesús…


Lucas 6:47-49 /NBLA

47 Todo el que viene a Mí y oye Mis palabras y las pone en práctica, les mostraré a quién es semejante:

48 Es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó, ahondó y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida. 

49 Pero el que ha oído y no ha hecho nada, es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin echar cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa».


En este relato el Señor nos muestra dos tipos de personas.

Los dos se enfrentan ante la misma situación.

Pero la resolución de las dos situaciones es distinta.

“Edificar la casa” significa EDIFICAR LA VIDA de cada uno de nosotros.

“El cimiento” es sobre QUE o sobre QUIÉN, edifico mi vida.

“La inundación y el torrente que dió con fuerza contra la casa” es todo lo que atenta contra nuestra vida. La cultura que nos rodea. La forma de pensar o la filosofía del mundo actual.

El resultado final de cada vida, depende de cual fue el cimiento.

Al meditar en esta enseñanza de Jesús, vemos que la ESTABILIDAD ESPIRITUAL es consecuencia de OÍR o NO OÍR…

Y no sólo de OÍR sino también de APLICAR o PONER EN PRÁCTICA lo que oímos.

De la misma manera que si uno tiene problemas con el oído interno, puede tener inestabilidad física y mareos… así también si nuestro “oído interno espiritual” no está funcionando, como consecuencia directa, nuestra vida espiritual será INESTABLE debido a que no hemos CIMENTADO, o AFIRMADO nuestra vida sobre una BASE INQUEBRANTABLE como lo es CRISTO y su PALABRA.

Aquí el relato de Lucas dice, que “CAVÓ y AHONDÓ”… y luego echó los CIMIENTOS…

No se quedó solo con algo superficial… Podriamos decir “No nos quedemos solamente con lo que escuchamos los domingos…”.

Sino que esto nos habla precisamente de OÍR ATENTAMENTE, MEDITAR Y PONER EN PRÁCTICA LO OÍDO.

Y no solamente un día a la semana…

Es de esta manera que nuestra vida se afirma en la Verdad de Dios. 

Se afirma en la Roca que es Cristo.

Si nos quedamos sólo con OÍR… pero no hacemos nada más.

Es decir si sólo nos quedamos con lo que OÍMOS los domingos… y no ahondamos y no ponemos en práctica… nuestra vida no se afirmará en nada.

Quedamos sin CIMIENTO.

Y entonces, tenemos vidas INESTABLES, propensas a ser derribadas en cualquier momento.

Somos ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO… y cuando alguna de estas partes de nuestro ser no está bien, eso afecta al resto de nuestro ser.

Y por sobre todas las cosas, somos seres espirituales. 

Y por lo tanto en Cristo, es nuestro espíritu, lleno del Espíritu de Cristo, quien debe gobernar nuestro ser y gobernar es decidir, es ordenar…

Es por esto que frente a ese “coctel” de emociones que mencionábamos, es imprescindible que nuestro espíritu esté bien estable y afirmado.

VUELVO A DECIR…

NO BASTA CON ESCUCHAR LO QUE SE DICE LOS DOMINGOS EN EL ENCUENTRO CONGREGACIONAL.

Vos y yo necesitamos mucho más.

Necesitamos CAVAR Y AHONDAR.

Necesitamos LEER y volver a LEER y meditar y PONER EN PRÁCTICA.

Entonces es allí que nuestras vidas se afirman…

PODRIAMOS DECIR ENTONCES QUE:


“La estabilidad o firmeza espiritual es el resultado de oir la Palabra de Dios (esto incluye la lectura y el estudio) y de ponerla en práctica”.

OIR CON FE + PONER EN PRÁCTICA = FIRMEZA O ESTABILIDAD ESPIRITUAL.


Y es esta firmeza o estabilidad espiritual lo que permite que crezcamos y maduremos espiritualmente.

Así como dice en:


Colosenses 2:6-7 /NTV

Por lo tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, ahora deben seguir sus pasos. Arráiguense profundamente en él y edifiquen toda la vida sobre él. Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la verdad que se les enseñó, y rebosarán de gratitud.


¿Deseamos crecer y ser edificados espiritualmente?

¿Queremos dejar atrás la inseguridad, los temores y todo lo que no nos permite avanzar?

Lo primero es “…arráiguense profundamente en Cristo…”.

Cuanto más profundo sea nuestro cimiento y cuanto más profundo “ahondemos” más alto seremos edificados.

Frente a los desafíos que nos presenta esta nueva sociedad y la forma de vida o filosofía de vida que quieren promocionar… la PALABRA DE DIOS, es la primera dosis del antídoto que necesitamos…

Frente a la “Crisis de la identidad”, Dios expresa en su Palabra y afirma claramente y sin lugar a dudas, quienes somos, para que fuimos creados, cual es nuestro propósito.

Somos hijos amados y deseados por Dios.

Somos herederos y coherederos de todas las riquezas en Cristo.

Frente a la “Movilidad laboral”, Dios nos dice, “Yo soy tu Proveedor”… No se preocupen por lo que van a comer y por lo que van a vestir… Ustedes ocúpense de mi Reino y su Justicia y yo me ocupo de darles todo lo otro que necesitan.

Frente a la “Sobredosis de información sin filtrar”, que trae TEMOR, ANGUSTIA, INCERTIDUMBRE, Dios nos dice… NO TEMAS. No pierdas tiempo estudiando historias sin sentido… discuten por nada…y eso no los ayuda a saber los planes de Dios… que es por la fe… lo que necesitan es “que la Palabra de Dios habite en abundancia en sus corazones…”.

Frente al “Fin del compromiso mutuo” Dios nos llama a ser hombres y mujeres de pacto. Que cumplamos con lo prometido. Que nuestra palabra vuelva a tener valor. Que seamos como nuestro Padre Celestial es FIEL a sus promesas. 

Frente a todo lo que nos rodea y a todo lo que pueda venir… necesitamos AFIRMAR nuestras vidas en Cristo.

Necesitamos ser COLUMNAS y BALUARTES de la Verdad.

Necesitamos ESTABILIDAD ESPIRITUAL.

Dejemos ya de engañarnos a nosotros mismos…

Dejemos atrás la PEREZA espiritual.

Dejemos de vivir SUPERFICIALMENTE.

CRISTO ES LA ROCA QUE NUESTRA VIDA NECESITA.

SU PALABRA ES EL ALIMENTO DE NUESTRA FE.

SU ESPÍRITU SANTO ES EL PODER QUE NECESITAMOS PARA PONER EN PRÁCTICA LO QUE HEMOS OÍDO Y ASÍ  VENCER TODO ATAQUE CONTRA NUESTRO ESTILO DE VIDA.