¿CÓMO HAGO PARA VENCER?

En la semana, un joven me preguntaba que tenía que hacer para vencer lo que continuamente lo derrotaba… y lo tenía apresado, oprimido, encadenado.
Me decía, “yo sé lo que tengo que hacer pero por más que trato, y a veces puedo por un tiempo, al final termino haciendo lo que sé que no tengo que hacer”.

“¿Qué tengo que hacer?
¿Cómo se hace?”

Y creo que en mayor o menor medida, todos hemos pasado o estamos pasando por la misma situación…

La misma pregunta viene a nuestra mente: ¿Cómo puedo vencer? ¿Cómo puedo hacer para dejar de hacer lo que está mal?
Sé lo que tengo que hacer… pero en la práctica, en la vida diaria, en el día a día… termino viviendo y haciendo lo que desagrada a Dios.

Y como consecuencia de esto, muchos están FRUSTRADOS, DESANIMADOS, DERROTADOS Y SIN FUERZAS…
Otros se han acostumbrado a vivir de esta manera y se conforman con venir a la congregación, pedir perdón y tratar de sobrevivir unos días más…
Pero al final, en el fondo de su corazón, hay un sentimiento de culpa y fracaso…

Y a todo esto, el enemigo de nuestras vidas, el diablo, sabiendo como estamos, nos acusa, y trae condenación sobre nosotros.

En primer lugar quiero decirte que no hay soluciones mágicas al estilo “Disney”… que de un momento para otro vamos a vencer y nunca más nos acordaremos…

No.
El cambiar nuestra manera de vivir implica tiempo.
Dios quiere y puede traer libertad sobre la opresión y las ataduras que los demonios traen sobre nuestras vidas.
Pero aún así, eso es sólo el principio.

Vivir el Reino de Dios no implica decir NO a esto y aquello…
Para que el Reino de Dios sea una realidad en mi vida, lo más importante es decir SI a Cristo, SI a su vida, SI a su Palabra, SI a su Espíritu, SI a sus propósitos, SI a sus deseos…
Y entonces, si diariamente me ocupo de decir SI a Cristo y a todo lo que el me propone… automáticamente le voy a estar diciendo NO a todo lo que no es de Dios.

Todos quedamos admirados de los logros de los que son exitosos en distintas áreas de la vida…
Y entonces, soñamos con tener lo mismo…
Pero en este Tiempo, nos hemos olvidado de admirar el camino recorrido y el esfuerzo que demandó…

Y en lo espiritual, también cometemos el mismo error.
Creemos que como Dios es Todopoderoso, entonces el cambio en nuestra vida será fácil y rápido, porque “Dios todo lo puede”…

Pero no es así.
Es un camino, es un trayecto, es un construir día a día, es poner un ladrillo sobre otro, es un paso a paso…

Pero además de esto que es así…
También hay algo que a mi entender hace la diferencia.
Una cosa es hacer la voluntad de Dios por obligación, porque sé que lo tengo que hacer…
Y otra es hacerlo por placer, por deleite…

Son dos caras de una misma moneda…

Van de la mano.
Porque AMO A DIOS lo busco y cuando lo busco, entiendo lo que tengo que hacer y entonces me esfuerzo por ponerlo por obra, por hacerlo, por obedecer, y esto produce GOZO y SATISFACCIÓN, y entonces hay un deseo en mí de volver a buscarlo, y esta búsqueda diaria, se trasforma en DELEITE, en PLACER.

Sería ignorante de nuestra parte, no pensar o traer a esta meditación, de que el pecado, es decir lo que no agrada a Dios, le agrada a nuestra naturaleza caída. Y si le agrada, le produce deleite, placer.

Y si sólo hacemos la voluntad de Dios por obligación, llegará un día en que la propuesta de placer será más fuerte que la obligación de hacer… y entonces vamos a caer…

Es por esto que lo que comenzó o se convirtió en sólo obligación… porque sé que lo tengo que hacer… se convierta en DELEITE y PLACER…

Salmos 40:8 /NBLA
Me deleito en hacer Tu voluntad, Dios mío;
Tu ley está dentro de mi corazón».
SALMOS 34:8 /NBLA
Prueben y vean que el Señor es bueno.
¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia!
SALMOS 119:103 /NBLA
¡Cuán dulces son a mi paladar Tus palabras!,
Sí, más que la miel a mi boca.
SALMOS 37.5 /NBV
Deléitate en el Señor. Así él te dará lo que tu corazón anhela.

¿CUÁL ES NUESTRO PEOR ENEMIGO?
¿CONTRA QUIÉN ES NUESTRA MAYOR LUCHA DÍA A DÍA?

Nuestro peor enemigo SOMOS NOSOTROS MISMOS.
ES NUESTRA VIEJA NATURALEZA CAÍDA.
Nuestra lucha más dificil es contra nosotros mismos.

Y queridos, NUESTRA NATURALEZA CAÍDA, NO SE DELEITA EN DIOS.
NO QUIERE Y NO PUEDE, DELEITARSE EN DIOS.
ES IMPOSIBLE PARA UNA NATURALEZA DESPOJADA DE LA GLORIA DE DIOS, DELEITARSE EN ÉL.

Es querer unir, fundir en uno, el agua y el aceite.

¿Y entonces… ? ¿Quién podrá ayudarnos?

LUCAS 24.45-49 /NBLA
45 Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras, 46 y les dijo: «Así está escrito, que el Cristo padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día; 47 y que en Su nombre se predicará el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Ustedes son testigos de estas cosas. 49 Por tanto, Yo enviaré sobre ustedes la promesa de Mi Padre; pero ustedes, permanezcan en la ciudad hasta que sean investidos con poder de lo alto».

No es suficiente saber y comprender las Sagradas Escrituras…
Es NECESARIO el PODER de Dios.

Y este PODER viene cuando el Espíritu Santo de Dios nos llena de su presencia. Cuando somos sumergidos en su Vida, en su Espíritu Santo.

Quisiera ser lo más claro posible con esto…
EL PROPÓSITO DE DIOS PARA NOSOTROS ES QUE VIVAMOS EN ESTE PODER, EN ESTA PLENITUD Y EN ESTA LLENURA.

La PLENITUD de la Vida de Dios para el ser humano, es vivir en la PLENITUD DEL ESPÍRITU SANTO DE DIOS.

Vivir llenos del Espíritu Santo, es una decisión que tenemos que tomar cada día y a cada momento…
Y es esta llenura, que vamos a poder descubrir el DELEITE de hacer la voluntad de Dios.

Y es allí donde el pecado pierde poder contra nosotros.

Para terminar, me gustaría puntualizar algunos principios que nos pueden ayudar a buscar más de Dios, más de su Presencia, más de su Espíritu Santo… y todo lo que esto conlleva…

Si leemos la historia de Cornelio, que está en el libro de los Hechos en el capítulo 10, podremos sacar estos principios.

VS. 2 “piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al pueblo judío y oraba a Dios continuamente.”

Cornelio era un hombre que tenía a Dios presente todos los días. Lo tenía en cuenta continuamente… Oraba continuamente. Su deseo era agradarle.

Es evidente que en su corazón quería saber más de Dios… porque Dios responde a esta búsqueda enviando a un ángel para darle un mensaje…

Vs. 4-5 “Tus oraciones y limosnas han ascendido como memorial delante de Dios. Envía ahora algunos hombres a Jope, y manda traer a un hombre llamado Simón, que también se llama Pedro.”
Vs. 33 “Por tanto, al instante envié a buscarte, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado».”

DIOS QUIERE MANIFESTARSE A TODO SER HUMANO.
PERO SÓLO LO HACE SOBRE AQUELLOS QUE CREEN EN ÉL Y CON SUMA ATENCIÓN LE BUSCAN, SE ACERCAN, LE ESCUCHAN Y LE CREEN.

CORNELIO, le dijo a Pedro: “Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado”

Y aquí hay 2 palabras que nos muestran su actitud y la actitud que debemos tener todos los que anhelamos más de Dios, más de su llenura, de su plenitud y de su manifestación.

PRESENTES y DELANTE.

PRESENTE: “pareimi” : que significa, MUY CERCA, MUY ATENTO.
Toda mi atención está puesta en lo que tengo delante de mis ojos.
Dejo de lado todo lo que pueda distraerme, para no perderme detalle…
Busco acercarme todo lo que más puedo para que esto sea así.

DELANTE: “enópios” : que significa, A LA VISTA, ANTE LA MIRADA DE…

Cornelio y su flia. eran conscientes de que Dios había organizado todo para que escucharan lo que ÉL tenía para decirles.
Por lo cual, TODA LA ATENCIÓN estaba puesta en la PALABRA de parte de Dios, que Pedro tenía para decirles.

Como consecuencia de esta atención y del deseo profundo de sus corazones…
Leemos…

Vs. 44 “Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban el mensaje.”
Vs. 47 “¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?”
  • BUSCAR
  • ACERCARSE
  • MÁXIMA ATENCIÓN
  • CREER