
¿Qué es lo que vamos a recordar hoy o como dice la Palabra de Dios: “Hacer memoria…”?
El sacrificio a nuestro favor de Jesús.
La muerte de Jesús en la Cruz, por nuestros pecados.
El pago por nuestra Paz, efectuado por Jesús, por medio de su muerte.
…
Es así y estamos sumamente agradecidos por lo que el Señor Jesús hizo por cada uno de nosotros, sin que lo merezcamos.
No lo merecíamos. No lo merecemos.
Pero hoy también permítanme decirlo de esta manera…
Hoy recordamos el inicio de un Reino.
El profeta Daniel, lo dijo así:
Daniel 2:44 /NBV
«Durante el gobierno de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido, al que nadie jamás podrá conquistar. Este reino de Dios destruirá a todos estos reinos, pero él mismo permanecerá estable para siempre».
Daniel estaba interpretando un sueño que había tenido el rey Nabucodonosor, en el cual una estatua que estaba construida por distintos metales y barro era arrasada por una piedra.
Es en este contexto que Daniel, inspirado por el Espíritu de Dios afirma que Dios establecería un Reino Indestructible, imposible de conquistar por otros reinos y que permanecería para siempre destruyendo a todos los otros reinos.
También Isaías, otro profeta dijo así:
Isaías 9:6-7 /NTV
6 Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
7 Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad.
¡El ferviente compromiso del Señor de los Ejércitos Celestiales hará que esto suceda!
Claramente hablando de Jesús dice: “Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará … por toda la eternidad”.
Cuando Jesús comenzó a predicar… dijo:
Mateo 4:17 /NBLA
Desde entonces Jesús comenzó a predicar: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado».
Cuando Jesús vino, el Reino de Dios se acercó al género humano.
Cuando Jesús obró, el Reino de Dios se hizo visible, se manifestó.
Y cuando Jesús murió y resucitó, Dios le hizo Señor, podríamos decir que el Mesías Principe del cual habla del Profeta Daniel en el capítulo 9 de Daniel, que fue coronado coronado como Rey.
Y hoy cada uno de nosotros, cuando venimos al Jesús, venimos al Rey de Reyes y Señor de Señores.
No hay salvación para el ser humano, si no reconoce antes a Jesús como su Señor, como su Rey.
Colosenses 1:13-14 /NTV
13 Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado, 14 quien compró nuestra libertad y perdonó nuestros pecados.
Hoy vos y yo podemos disfrutar de la nueva vida en Cristo, porque hemos sido trasladados del reino de la oscuridad al reino de Cristo.
¡Y qué hermoso es disfrutar de esta libertad!
No sé lo que es vivir en un país donde las libertades están cercenadas…
Y por lo tanto tampoco sé lo que es pasar de ese estilo de vida a un estilo de vida en libertad…
Pero lo que sí conozco es lo que es vivir en la libertad de Cristo.
Donde el pecado ya no tiene dominio sobre mi vida.
Donde el amor de Dios cubre mi vida.
Donde la fe y la esperanza es nuestro motor de vida.
Donde el enemigo ya no tiene poder sobre mi.
Donde mi Rey y Señor es mi proveedor.
Donde su Paz llena mi corazón y mi mente.
Y esto es una realidad de todos los días.
No es algo para el futuro.
Es aquí y ahora…
Queridos y Amados, hoy también recordamos la instauración del Reino de Dios sobre la humanidad.
Un Reino que NO ES IMPUESTO sino un reino que ES RECONOCIDO.
Jesús es Rey sobre los que lo reconocen.
Llegará un día donde TODA RODILLA SE DOBLARÁ.
Y cuando dice TODA, significa los que quieren y los que no.
Pero hoy los que le reconocemos como nuestro SEÑOR y REY, nos postramos voluntariamente ante Él.
Y lo hacemos por Amor.
El es nuestra vida. Nuestra bendición.
Pero permítanme ir un poco más allá.
El reino de Cristo, es un reino que disfrutamos.
Un reino o un gobierno sobre nuestras vidas, que ha hecho de nosotros, nuevas criaturas.
Un reino que nos dió una nueva forma de vivir, de pensar, de ver todas las cosas.
Trajo una nueva COSMOVISIÓN de toda la existencia humana.
El porqué y el para qué estamos sobre esta roca que da vueltas alrededor del sol.
Pero la Palabra de Dios dice algo más sobre este reino y nosotros.
Hebreos 12.28-29 /NBLA
Por lo cual, puesto que recibimos un reino que es inconmovible, demostremos gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios un servicio aceptable con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.
Otra versión dice: “…que estamos recibiendo un reino que no se puede alterar…”
Y esto me hace meditar…
No sólo el Señor dice que el Reino de Dios se ha acercado… o que hemos sido trasladados del reino de las tinieblas al reino de Cristo…
Sino que en este pasaje ya dejamos de ser sólo aquellos que disfrutamos y somos objetos de los beneficios de este reino, sino que ahora hay algo más.
“puesto que recibimos un reino”… o “que estamos recibiendo un reino”…
Dios no nos quiere sólo objetos de sus beneficios.
Dios te quiere y me quiere como partícipes de su vida, de su naturaleza, de su reino.
¿Podemos llegar a comprender la grandeza de esta declaración?
Lo que hoy recordamos, no sólo la obra de Cristo a nuestro favor en la Cruz, muriendo por nuestro pecados, y resucitando al tercer día, ni la instauración de su reino…
Sino que también, debemos recordar que Dios en su infinita Gracia y Misericordia, en su infinito e incomprensible Amor, nos hizo, te hizo y me hizo partícipe de su Reino.
Dice “hemos recibido”… es decir, te dió y me dió un reino.
Los discípulos de Cristo, aquellos que le reconocemos como nuestro Señor y nuestro Rey, hemos recibido un Reino.
Un Reino que es INCONMOVIBLE, INDESTRUCTIBLE, INCONQUISTABLE, ETERNO…
Y aunque no lleguemos a comprender la magnitud de este hecho espiritual, la pregunta que me surge es:
¿Qué voy a hacer con esto? ¿Qué voy a hacer con lo que Dios me entregó?
Tenemos un Reino entre nuestras manos…
Salmos 139:6 /RV60
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender.
Y aunque no lo pueda comprender, Dios no espera que lo entienda sino que lo crea.
Dios nos ha dado un Reino.
Nos ha hecho partícipes. Somos parte. Estamos llamados a Reinar con Cristo.
El nos ha delegado su Autoridad para que juntamente con Él reinemos
1 Pedro 2:9 /NBLA
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable.
Tenemos un propósito que cumplir.
Que las luchas y las dificultades que tenemos no nos aparten del Propósito Eterno de Dios para nosotros.
No perdamos de vista la Meta.
No permitamos que lo que es CONMOVIBLE nos aparte de los INCONMOVIBLE.
Al finalizar el capítulo 12 de Hebreos, dice que Dios es fuego consumidor y esto significa que Él es el que va a consumir todo lo que es CONMOVIBLE, es decir que se puede mover, que no es eterno.
Por lo tanto, debemos hacer Tesoros en los cielos y no en la Tierra.
Porque donde esté nuestro tesoro allí estará nuestro corazón.
Mostremos al mundo las grandezas del Reino de Dios.
Las grandezas del Reino que nos ha sido dado.
Mostremos lo Maravilloso y grandioso que es Dios.