Lo más importante

Siguiendo la línea de lo que venimos hablando los últimos domingos…

El tener claro  Quién SoyCuál es mi Propósito en la VidaCuál es mi destino final

También significa tener claro Qué es la Iglesia.

Porque así como cualquier parte de nuestro cuerpo tiene razón de ser, tiene vida y cumple su propósito, si y sólo sí está unido al resto del cuerpo, de la misma manera, cada uno de nosotros, tenemos nuestra razón de ser y cumplimos nuestro propósito, unidos al cuerpo de Cristo que es la Iglesia.

 

La Iglesia no es una empresa.

No es una mera organización empresarial humana.

Por el contrario, la Iglesia es un cuerpo espiritual vivo que tiene un propósito infinitamente más elevado que cualquier emprendimiento humano.

Es un Cuerpo Espiritual Vivo, porque es el Espíritu Santo de Dios, que vive en cada uno de los discípulos de Cristo, quién le da cohesión, unidad, sentido y por supuesto vida, a la Iglesia.

En cualquier empresa, el escalar posiciones para tener un cargo y por lo tanto una mejor remuneración, es normal y hasta bien visto por el dueño de la empresa, porque de alguna manera esto también le es útil a la empresa.

En cambio, la Iglesia no se trata de escalar posiciones para ver quien es el mejor o quien pueda tener un mejor cargo. 

Aquí, en la Iglesia, las personas son más importantes que los roles o “cargos”. 

Jesús lo expresó así:

Marcos 10:43-45 /NTV

43 Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, 44 y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá ser esclavo de los demás. 45 Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos».

Y remarco, es tan así, que las personas son más importantes que los cargos, que Cristo se despojó totalmente de sí mismo, es decir se vació de sí mismo, por amor a cada uno de nosotros y Pablo en Filipenses 2 nos exhorta a tener la misma actitud que tuvo el Señor, considerando a mi hermano como superior a mí mismo.

En la mayoría de las empresas, hoy se valora muchísimo la Productividad, y esto obviamente tiene su lógica, porque uno de los objetivos principales de una empresa, es ser Rentable, es decir, tener ganancias económicas.

En virtud de esto, es posible, que se dejen de lado otros valores, porque lo que se busca es que se produzca más en el menor tiempo posible.

En la Iglesia, lo más importante no es lo que hacemos, sino lo que somos.

La iglesia no es hacer más, sino ser más parecidos a Cristo.

No se trata de mayor cantidad de actividades, sino de mejor calidad de relaciones, profundas, firmes donde el Amor de Dios fluya con total libertad.

Hay una expresión en las Sagradas Escrituras que me llama mucho la atención. 

Está en 1 Juan 4

1 Juan 4.7a

Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios.

Qué difícil es para muchos gastar de su propio bolsillo….

Pero que fácil es gastar las riquezas del otro…

Entre otras cosas, lo que yo entiendo de este pasaje, es que el Señor me está invitando a “gastar” sus riquezas no las mías.

Y esto es así… porque sencillamente, yo no tengo esa riqueza…

Yo no tengo Amor… 

Es decir… no tengo Amor que haya sido originado por mi corazón, en mi propio ser…

Si hay Amor, ese Amor es de Dios. No es mío.

Una vez más vemos y podemos comprobar la gran Misericordia, Gracia y Generosidad del Señor para con sus hijos, a los cuales, nos ha dado de su Herencia.

Herencia que incluye, su Gran e Infinito Amor.

La idea de este pasaje es que Dios derrama de su Amor en nosotros y lo único que nosotros tenemos que hacer es dejar que ese Amor en lugar de almacenarlo y acapararlo, lo dejemos fluir a los demás… alcanzando a otros con este maravilloso e incomparable Amor, que no tiene fin.

Cuando más Amor dejemos que fluya, más Amor de Dios vamos a experimentar.

Romanos 5:5 /NTV

Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.

Cuando el Señor viene a vivir en nosotros, viene también el Padre y el Espíritu Santo.

Y con ellos, viene su Amor. Todo su Amor.

Permítanme decirlo así: «La misma ”cantidad” y la misma “calidad” de Amor que tuvo y tiene Cristo nuestro Señor por nosotros, es lo que ha sido derramado en nosotros».

Por esto, decíamos que en la Iglesia lo más importante son las personas, el otro, mi hermano.

Mucho más importante que cualquier cargo o función, actividad o proyecto.

Lo más importante es el Amor, el Amor de Dios y este Amor tiene dos objetivos: Primero Dios y luego el otro, el prójimo. 

Dios creo al ser humano para ser gregario, es decir para vivir en comunidad.

Y si Dios nos creo para vivir en comunidad, implícitamente nos creo para tener relaciones con otros seres humanos.

Y hablando de estas relaciones… las cuales son muchas y variadas… y que se pueden clasificar de muchas formas…

Pensaba… ¿cuál de estas relaciones es la más importante?

No creo equivocarme que si salimos a hacer una encuesta, obtendremos respuestas variadas, de acuerdo a la experiencia de cada uno de los encuestados.

Alguna madre podrá responder que la relación más importante es entre una madre y su hijo.

Otros muy enamorados, podrán responder, que su novio, su esposo es lo más importante…

Pero para Dios, ¿Cuál es la relación humana más importante?

Mateo 12:46-50 /NTV

46 Mientras Jesús hablaba a la multitud, su madre y sus hermanos estaban afuera y pedían hablar con él.

47 Alguien le dijo a Jesús: «Tu madre y tus hermanos están parados afuera y desean hablar contigo».

48 Jesús preguntó: «¿Quién es mi madre? ¿Quiénes son mis hermanos?».

49 Luego señaló a sus discípulos y dijo: «Miren, estos son mi madre y mis hermanos.

50 Pues todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Aquí vemos al Señor, dejando en claro que para Él su familia terrenal no tenía preferencia por sobre su familia de la fe.

No estamos hablando de tener más amor o menos amor.

Porque Dios nos dice claramente que debemos amar a nuestro prójimo y todos los otros son nuestros prójimos, sean de nuestra familia terrenal o no.

Pero si hay algo que está claro es que hay una familia que perdurará por la eternidad y no es la familia terrenal.

La única relación humana que traspasará el “cielorraso” es la familia de la fe.

2 Corintios 5:16-17 /NTV

16 Así que de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios meramente humanos. Aunque antes conocimos a Cristo de esta manera, ya no lo conocemos así.

17 Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!

Debemos tener claridad en esto.

Dios nos ha hecho nuevas criaturas.

Y como tales, ahora estamos en el Reino de Dios. Y en este Reino, como dice Pablo, ya no debemos considerar a los demás con los criterios que teníamos en el mundo. 

Ahora en Cristo, debemos considerar a los demás, como Cristo los considera.

A veces tenemos confusión en esto y consideramos que nuestras amistades o nuestras relaciones familiares son más importantes que las relaciones con los hermanos en la fe y por lo tanto, preferimos agradar a aquellos en detrimento de estos.

Al único que tenemos que agradar es al Señor.

A todos tengo que amar con el Amor de Dios. A todos sin distinción.

Pero a quien tengo que agradar es al Señor. Al Dueño de mi vida.

Y si agrado al Señor, seguramente esto será de bendición para los que están cerca mío. 

Amar significa darse.

Amar es bajar la guardia. Es mostrarse vulnerable tal cual uno es.

Amar es servir antes que ser servido.

Amar es negarse a uno mismo por el otro. Es decir ser abnegado.

Amar es bendecir. Y bendecir es “decir bien” del otro. Hablar bien.

Amar es cuidarnos. Amar es ser guarda de mi hermano. Una aclaración… ser guarda no significa «apañar» sino por el contrario, cuidarlo de que no haga nada en contra de la voluntad de Dios… por Amor.

Amar es respetarnos.

Amar es buscar el bien del otro y no mi propio bien.

Amar es perdonar.

Amar es humillarse.

Amar es velar por el bien del otro.

Amar es no juzgar ni condenar.

Amar es entender que no soy más importante que mi hermano.

Amar es entender que todos nos necesitamos.

Que cada parte del Cuerpo de Cristo es tan importante como cualquier otra.

Juan 13:34-35 /NBLA

34 »Un mandamiento nuevo les doy: “que se amen los unos a los otros”; que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros.

35 En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros».

 

Esto no es opcional.

Es un mandato de Dios.

Y como tal, lo debemos obedecer.

Preguntas y Respuestas

El domingo pasado decíamos que…

“Absolutamente todo el mensaje de Dios para el ser humano está en su Hijo Jesucristo”. 

Y agregábamos que…

“No sólo está en su Hijo, sino que todo el mensaje de Dios para el ser humano es su Hijo”.

Entre otras cosas, esto significa que la respuesta a las preguntas más importantes que el ser humano se ha hecho a través de su existencia, están en Jesucristo.

A través de la historia, el ser humano se ha formulado prácticamente las mismas preguntas…

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Cuál es mi origen? ¿Para qué existo? ¿Cómo puedo ser feliz? ¿Cuál es mi destino?

Y cada una de estas preguntas, Dios las ha respondido en las Sagradas Escrituras.

 

Pero, uno podría plantear, que más allá de estas preguntas existenciales, lo que necesitamos son respuestas para el día a día.

Respuestas para la vida cotidiana, de personas comunes y corrientes, que transitan este bendito país, llamado Argentina.

Personas de carne y hueso que luchan por vivir de la manera mas digna en medio de una sociedad atravesada por la corrupción, la delincuencia, la inseguridad, la falta de trabajo, la inflación, la inestabilidad económica, etc. etc.

Y es verdad que tal vez nuestra lucha diaria por vivir no nos da tiempo para hacernos estas preguntas… pero creo que como Hijos de Dios debemos tener clara las respuestas… porque cada una de ellas, apuntalaran y fundamentaran nuestra existencia, nuestra vida en el día a día.

 

Si puedo tener claridad en…

Quién Soy, ¿De dónde vengo?, ¿Cuál es mi origen?, ¿Para qué existo?, ¿Cómo puedo ser feliz? y ¿Cuál es mi destino?

… entonces cada una de las circunstancias que tenga que afrontar y de las decisiones que tenga que tomar para enfrentarlas y atravesarlas serán de acuerdo a las respuestas que tenga para cada una de estas preguntas.

 

Estos días leía…

Esteban Bullrich: «A pesar de los rumores, Dios no ha terminado su obra conmigo»…
El exsenador nacional compartió una imagen junto a estas palabras en sus redes sociales. Con una remera que dice «Me define mi actitud, no la ELA».

 

 

Y también me llegó este testimonio de Elías Flores, que es pastor en Jujuy.

«Comentarles a todos que yo sigo en el proceso de recuperación física por las secuelas del covid.
– estoy intentando dar pasos  para recuperar la perdida de sensibilidad de ambos miembros inferiores 
– todavía no recupere el gusto de las comidas. Perdí sensibilidad en la boca. No siento las temperaturas en las comidas y lentamente estoy recuperando la coordinación visual y auditiva.
– estoy acompañado de Fisioterapeutas y médicos que me están evaluando. 
– Respecto de las 4 trombosis el Señor me hizo la cirugía (otro milagro)
– los mareos aun persisten.

Bendigo al Señor por la paz y el gozo permanente que brota desde mi interior, fruto de su Espíritu Santo. 
Me da fuerzas, vigor, aliento. Cada día me sorprende en su obrar. Alabamos al Señor y damos gracias de corazón acá en casa toda la familia a nuestro padre.
No importa si vuelvo o no a caminar. Recupere o no lo que perdí.
A los que aman al Dios y a su proyecto, todo nos ayuda para bien. 
No un bien temporal sino eterno.
El cincel del dolor es necesario para que el gran escultor siga formando nuestra vida a imagen de Jesús.
Un gran abrazo a cada hno. Que el Señor siga desarrollando su gran proyecto».

 

Frente a estos dos “testimonios”… me pregunto… 

¿Cómo es posible transitar estas situaciones con la entereza y la claridad mental que tienen?

Y la respuesta es: Jesucristo. 

 

Tener en claro Quienes Somos, Cuál es nuestro propósito o para que vivimos y Cuál es nuestro destino o hacia donde vamos… 

Nos dará otra perspectiva de cada situación, de cada problema, de cada dificultad, de cada alegría, de cada proyecto, etc.

 

Esta semana leía un pasaje  donde Dios le habla a los que gobernaban el pueblo de Dios en Jerusalem… 

Isaías 28:15 /NVI
Cuando venga una calamidad abrumadora, no nos podrá alcanzar, porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio y del engaño nuestro escondite».
Ustedes dicen: «Hemos hecho un pacto con la muerte, hemos hecho una alianza con el sepulcro.

Estas personas habían construido sus vidas tan lejos de Dios, que habían construido una estilo de vida a base de la mentira y el engaño.

Pensaban que eran tan fuertes… que nada ni nadie… aún la misma muerte… les podía hacer daño…

Y que esto era posible porque el escondite que habían construido a base de mentiras y engaños era tal que aún la muerte no los podía encontrar.

Se habían creído sus propias mentiras…

Al leer este pasaje, vino a mi mente la sociedad en la que vivimos.

Una sociedad que está cimentada sobre la mentira, sobre el engaño, sobre las apariencias, sobre lo que muestro en las redes sociales, en lugar de lo que realmente soy…

Una sociedad… desde los que gobiernan hasta los simples mortales que transitan las calles de esta ciudad… todos… donde la Palabra ha dejado de tener validez.

Donde la Verdad, brilla por su ausencia.

Donde la integridad es un bien que ni se sabe lo que es.

Y todo esto hecho a conciencia…. 

Todo está permitido.

Pero también pensaba en aquellos que sin saber han construido sus vidas sobre mentiras y engaños que otros les han dicho.

Vidas que están atadas y encarceladas por la mentira.

La mentira de que pueden construir una vida lejos de Dios y que esto no les va a traer ninguna consecuencia.

La mentira de que la seguridad que necesitan está en los bienes que poseen.

La mentira de que aún pueden engañar a la muerte… es decir de que nada de lo que hacen les va a afectar…

Han construido sus vidas sobre un castillo de naipes.

Y cuando esto ocurre, las respuestas a las preguntas de nuestra existencia y de nuestro propósito sobre esta Tierra estarán fundamentadas por la mentira y el engaño. 

Y entonces, nos darán una perspectiva errada de todo.

Lo triste de todo esto es que como me decían cuando era chico… “la mentira tiene patas cortas” … 

O como dijo Jesús… 

Lucas 8:17 /NBV
No hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni hay nada secreto que no llegue a conocerse públicamente.

Y entonces, cuando esto ocurre, las vidas se desmoronan como se desmorona un castillo de naipes.

Y como consecuencia, muchas de estas vidas van camino a la perdición eterna.

Pero frente a esta realidad, el Señor muestra otro estilo de vida posible…

Isaías 28:16 /NVI
Por eso dice el Señor omnipotente:
«¡Yo pongo en Sión una piedra probada!, piedra angular y preciosa para un cimiento firme; el que confíe no andará desorientado.
/NTV
Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: «¡Miren! Pongo una piedra de cimiento en Jerusalén, una piedra sólida y probada. Es una preciosa piedra principal sobre la cual se puede construir con seguridad. El que crea jamás será sacudido.

En lugar de edificar nuestras vidas sobre la mentira, la propuesta de Dios es que edifiquemos sobre la Roca que es Cristo. 

Una roca sobre la cual se puede construir con seguridad… 

Debemos dejar atrás toda clase de engaño o mentira.

Aún los autoengaños. 

Debemos pedir que el Señor nos libre de todos estos engaños.

Renunciar a todo engaño o mentira.

Y como dice en 

Apocalipsis 3.18 /NBLA
Te aconsejo que de Mí compres oro refinado por fuego para que te hagas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se manifieste la vergüenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos y que puedas ver.

Necesitamos edificar nuestra existencia sobre Cristo y ver cómo Él ve todas las cosas.

Entonces, podremos responder a cada pregunta de nuestra existencia… con la Verdad.

Verdad que nos hace libres.

Verdad que nos trae luz.

Verdad que es Jesucristo.

Juan 8.32
y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.

 

 

¿De qué nos hace libres la Verdad?

¿De qué mentira?

 

Cuando vivíamos sin Cristo, estábamos en el reino de las Tinieblas y analizábamos nuestra vida, quienes éramos, de dónde veníamos, el para qué  y el destino final de nuestra existencia según el reino de este mundo.

Pero cuando entregamos nuestra vida a Cristo y le reconocimos como nuestro Dueño y Señor, entonces nuestros ojos fueron abiertos y pudimos ver realmente lo que éramos sin Cristo y lo que ahora somos en Él.

Un pastor dijo lo siguiente:

“Sin la visión de Dios para tu futuro, te desplazas y vagas por la vida. No tienes objetivos, propósito o significado. Cuando solo dejas que la vida pase, ¡realmente no estás viviendo!”

No podemos dejar que la vida nos pase… porque esto también es construir sobre mentiras.

Necesitamos ver como Dios ve.

Necesitamos tener claro: Quién SoyCuál es mi Propósito en la VidaCuál es mi destino final

Romanos 8:15-18 /NBLA
15 Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que han recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: «¡Abba, Padre!». 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. 17 Y si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él.
18 Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada.

 

Romanos 8:28-29 /NBLA
28 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito. 29 Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos.

 

Colosenses 3.2-3 
2 Deja que el cielo llene tus pensamientos; no pases tu tiempo preocupándote por las cosas aquí abajo.
3 Deberías tener tan poco deseo por este mundo como lo hace una persona muerta. Tu vida real está en el cielo con Cristo y Dios.

 

Les dejo algunos pasajes de las Sagradas Escrituras para leer, meditar y responder estas preguntas sobre nuestra existencia…

EFESIOS 1 y 2

ROMANOS 8

El Idioma que Transforma

Preparando la meditación de hoy, y sin tener un sentir claro de que es lo que tenía que compartir, el Espíritu Santo trajo a mi corazón este pasaje:

Hebreos 1:1-3 /NBLA

1 Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, 2 en estos últimos días nos ha hablado por Su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo. 3 Él es el resplandor de Su gloria y la expresión exacta de Su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de Su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, el Hijo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

Este pasaje nos presenta dos espacios de tiempo.

El primero podríamos asociarlo a lo que se denomina en Historia… Antes de Cristo.

Durante todo ese período, Dios utilizó hombres y mujeres que fueron ungidas para dar mensajes de parte de Dios.

El segundo espacio de tiempo, es lo que en la Biblia se denomina los Últimos o los Postreros tiempos.

Este período va desde la Primera venida del Mesías hasta su Segunda Venida.

Y en este espacio de tiempo, en el cual estamos viviendo, Dios ha hablado y lo seguirá haciendo por su Hijo.

Así que lo que realmente importa es lo que Jesús dijo y lo que aún tiene para decirnos.

Vos y yo podemos argumentar, razonar y tratar de interpretar… pero si no afinamos el oído para escuchar a Jesús, corremos el peligro de escuchar otra voz y seguir a otro pastor.

Teniendo en cuenta esto, algunas de las preguntas que debemos hacernos son…

¿Qué me dice Dios Padre a través de su Hijo?

¿Qué me dice la vida de Jesús?

¿Qué me revela el Espíritu Santo sobre la Palabra y la Vida de Jesucristo?

 

Todos hablamos español. Algunos otros también hablan ingles, o portugués, o aymará…

De la misma manera, Dios quiere enseñarnos un nuevo lenguaje, un nuevo idioma.

Él quiere comunicarse con nosotros en “su Hijo”.

Porque Jesús es el idioma de Dios.

Queremos comprender a Dios. 

Queremos entender qué es lo que Dios quiere para nosotros.

Aprendamos a hablar este nuevo idioma, este nuevo lenguaje. 

Su Hijo, Jesús el Mesías Príncipe, El Ungido de Dios, Jesucristo, es el Idioma que Dios utiliza para hablarnos.

Todo, absolutamente todo el mensaje de Dios para el ser humano está en su Hijo Jesucristo. 

No sólo está en su Hijo, sino que todo el mensaje de Dios para el ser humano es su Hijo.

Hebreos 1.3 (varias versiones)

– Él es el resplandor de Su gloria y la expresión exacta de Su naturaleza…

– El Hijo es el deslumbrante resplandor del esplendor de Dios, la expresión exacta de la verdadera naturaleza de Dios: ¡el reflejo exacto de Dios!

– El Hijo, que siendo reflejo resplandeciente de la gloria del Padre e imagen perfecta de su ser

– Él es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de su ser…

El Hijo es la expresión exacta de Dios, la imagen perfecta de su ser, de su verdadera naturaleza, de cómo es Él, de cual es su carácter, de cual es su actitud para con el ser humano.

Cada uno de nosotros podemos pasar toda una vida tratando de conocer y/o explicar que y cómo es Dios…

Pero si conocemos a Cristo, ya no necesitamos ninguna otra explicación… 

La Palabra de Dios revelada en las Sagradas Escrituras se entiende a partir y a través de Cristo.

El Antiguo Testamento apunta a Cristo, su venida, su vida y su obra para pagar el precio de nuestra salvación.

El Nuevo Testamento nos habla de su vida, su obra, el final de la historia humana y la vida eterna que nos espera.

Cristo es el Centro de las Sagradas Escrituras. Él es el tema, el personaje central a través de todas las Sagradas Escrituras. Él es la Palabra de Dios. 

Es por esto que “No hay revelación de la Palabra escrita de Dios si no es por medio de Jesucristo”.

Las preguntas vuelven a surgir…

¿Qué me dice Dios Padre a través de su Hijo?

¿Qué me dice la vida de Jesús?

¿Qué me revela el Espíritu Santo sobre la Palabra y la Vida de Jesucristo?

Vos y yo necesitamos responder a estas preguntas.

Necesitamos ser honestos con nosotros mismos y responder.

No desde lo intelectual, o desde lo que nos han enseñado que debemos responder…

Sino desde nuestra propia experiencia.

Desde lo profundo de nuestro corazón.

Desde nuestra intimidad.

Claro que podríamos argumentar de que nos es imposible entender a Dios… de que no entendemos la forma de hablar de Dios… que recién estamos empezando…

Pero frente a estas y otras argumentaciones o excusas, Dios dice que si entregaste tu vida a Cristo, y le reconociste como tu Señor y te bautizaste, entonces Dios mismo vino a vivir en tu vida, trayendo su Salvación a tu existencia.

Por lo tanto, el Espíritu Santo que vive en cada uno de los hijos de Dios, es el encargado de hacerte entender y enseñarte el lenguaje de Dios, es decir, de revelarte a Cristo. De abrir tus ojos espirituales para que lo puedas comprender.

Juan 16:13-15 /NTV

13 Cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino que les dirá lo que ha oído y les contará lo que sucederá en el futuro. 14 Me glorificará porque les contará todo lo que reciba de mí. 15 Todo lo que pertenece al Padre es mío; por eso dije: “El Espíritu les dirá todo lo que reciba de mí”.

La vida de Jesús tuvo un impacto transformador en los que estuvieron cerca de Él.

Muchos, podríamos decir miles… recibieron o fueron testigos presenciales de milagros asombrosos que Jesús realizó…

Pero sólo los que estuvieron cerca de Él, fueron los que percibieron algo más… Y  fueron transformados.

Miles los seguían… por los panes y los peces… pero sólo 120 creyeron en Él como el Hijo de Dios y creyeron que este Jesús iba a cumplir la promesa que les había hecho y obedecieron su mandato de esperar hasta que el Espíritu Santo sea enviado.

Alguna vez alguien dijo que Dios no grita… sino que susurra al oído.

Y para escuchar el susurro… debemos estar cerca.

La transformación viene como consecuencia del compromiso de estar cerca. 

De ser cercano. De tener un pacto de amistad profundo.

Es allí, cuando Dios se da a conocer, abre nuestro entendimiento espiritual y revela su ser, su naturaleza, su carácter, hablándonos “en Cristo”.

Cuando decidimos vivir cada día “cerca” de Él…

Cuando cultivamos esa amistad profunda…

Jesús deja de ser sólo un hecho histórico, o un hombre santo…

Y pasa a ser el Hijo de Dios, el Señor de Señores y el Rey de Reyes.

Juan escribió de Él…

1 Juan 1.1-4 /NTV

1 Les anunciamos al que existe desde el principio, a quien hemos visto y oído. Lo vimos con nuestros propios ojos y lo tocamos con nuestras propias manos. Él es la Palabra de vida. 

2 Él, quien es la vida misma, nos fue revelado, y nosotros lo vimos; y ahora testificamos y anunciamos a ustedes que él es la vida eterna. Estaba con el Padre, y luego nos fue revelado. 

3 Les anunciamos lo que nosotros mismos hemos visto y oído, para que ustedes tengan comunión con nosotros; y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo, Jesucristo. 

4 Escribimos estas cosas para que ustedes puedan participar plenamente de nuestra alegría.

¿Jesús es para mi vida la Palabra de Vida?

¿Es la Vida misma? ¿Tengo certeza en el espíritu de que Él es la Vida Eterna?

Necesitamos que el Espíritu Santo nos revele esto.

Porque cuando estas verdades son reveladas a nuestro espíritu… entonces no necesitamos que nadie nos esté empujando a buscarlo, a leer la Palabra, a obedecerlo, a vivir para Él…

Es un antes y un después… No hay grises… Es blanco o es negro…

No nos quedemos a medio camino.

No nos quedemos con sólo las primeras cosas… con sólo el conocimiento intelectual…

El saber mental o intelectual no nos cambia. No nos transforma.

Si fuera así, Satanás sería santo…

O Judas no lo hubiera traicionado…

Lo que nos transforma a la imagen de Cristo, es el saber espiritual.

Y este saber es por revelación.

Y esta revelación viene por Gracia de Dios, cuando decidimos en completa humildad, aceptar vivir bajo el Señorío de Cristo, siendo cercano, íntimo con Él.

Pablo lo expresó de esta manera:

2 Corintios 3:16-18 /NTV

16 En cambio, cuando alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. 17 Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.

Volviendo al pasaje de Hebreos 1…

En estos últimos tiempos… Dios nos habla en “el Hijo”.

Ya sin intermediarios.

El Dios Todopoderoso. Creador de todo el Universo. Nos habla. Nos da a conocer su corazón.

Nos revela su Plan. Sus propósitos.

Se da a sí mismo. 

Y todo esto en un amoroso y poderoso lenguaje… Jesucristo.

Entonces… como Pablo les escribió a los Romanos 12.1…

Me atrevo a decirte… Amados hermanos, ¿cuál debería ser nuestra respuesta adecuada a las maravillosas misericordias de Dios?”

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En estos días, entiendo que el Señor me llevó a meditar en la necesidad que tenemos como Iglesia, es decir como Cuerpo de Cristo, de volver a vivir la Plenitud de todo lo que Jesucristo tiene para nosotros.

Me refiero a vivir de tal manera, que nuestra Plenitud como seres humanos, este en nuestra relación con Jesucristo, de forma tal, que no tengamos necesidad de buscar otras incentivos para estar plenos.

Toda nuestra sociedad, es decir, todo lo que nos rodea, esta cambiando rápidamente y lo está haciendo en una dirección opuesta a lo que Dios quiere.

Y esto seguirá en esa dirección y cada vez más rápido.

Dios ya lo dijo. Y su Palabra se cumple indefectiblemente.

Así que estos cambios, no nos pueden sorprender..

Por el contrario, debemos estar alertas, conociendo la Palabra de Dios y los tiempos que nos toca vivir.

Los científicos han descubierto (y lo han enunciado en una Ley física) que el Universo tiende al desorden y este desorden se incrementa con el tiempo…

Es que toda la creación como dice Romanos 8.20-21 fue sujeta, esclavizada a la corrupción del pecado y esto naturalmente produce desorden en todos los órdenes.

Y el ser humano sin Cristo, como parte de la creación, también tiende al desorden, por la corrupción del pecado.

El libro de Jueces lo describe así…

Jueces 21:25 /NBLA

En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos.

Vemos claramente, como se describe una sociedad “desordenada”… 

Una anarquía.

Donde cada uno hacía lo que le parecía bien según su propio criterio.

Y esto era así porque no había quién pusiera orden.

Y hoy, lamentablemente, en gran parte de mundo, de nuestra sociedad, esto sigue así.

Para quienes no reconocen a Jesús como su Rey y Señor… 

Entonces… cada uno hace lo que le parece…

 

Cabe una aclaración… Dios está hablando de Orden. No está hablando de Uniformidad.
Cada uno de nosotros somos distintos. Dios nos creó así.
Pero esto no implica que por ser distintos, podemos vivir como se nos da la gana…
El Reino de Dios trae el Orden de Dios a cada vida.
Y este Orden de parte de Dios para nosotros es lo mejor que nos puede pasar…

 

Así que por un lado tenemos un mundo que a todo nivel tiende al desorden…

Y por el otro existe un remanente, un grupo de hombres y mujeres que han reconocido a Jesús como su Rey y Señor y que por lo tanto han sido cambiados o transformados sobrenaturalmente por Dios, de tal manera que ya no están atados a la corrupción del pecado y que en lugar de tener la inclinación al desorden, Dios está ordenando sus vidas, alejándolos cada día mas del desorden natural.

Esto es la Iglesia de Cristo. Esto es lo que somos.

Un remanente escogido por Dios que camina en dirección opuesta al desorden imperante.

Por lo tanto, sabiendo lo que somos, sabiendo lo que Cristo hizo por nosotros, sabiendo que el Propósito de Dios es que cada día nos alejemos un poco más de ese desorden y nos acerquemos un poco más al orden de Dios, es decir, a parecernos cada día más a Jesús…

No podemos ni debemos dejar que nadie ni nada nos distraiga y nos confunda del Propósito de Dios para nuestras vidas…

Colosenses 2.8-10

8 Tengan cuidado de que nadie los distraiga o intimide en su intento de alejarlos de la plenitud de Cristo fingiendo estar llenos de sabiduría cuando están llenos de interminables argumentos de lógica humana. Porque operan con juicios humanistas y nublados basados en la mentalidad de este sistema mundial, y no en las verdades ungidas del Ungido.

9 Porque él es la plenitud completa de la deidad que vive en forma humana.

10 Y nuestra propia plenitud ahora se encuentra en él. Estamos completamente llenos de Dios a medida que la plenitud de Cristo rebosa dentro de nosotros. ¡Él es la Cabeza de cada reino y autoridad en el universo!

Antes de entregar nuestras vidas a  Cristo estábamos muertos espiritualmente y esclavos del pecado, en el reino de las tinieblas.

Pero Dios, por su Gracia, nos salvó y nos trasladó al Reino de su amado hijo Jesucristo.

Dios nos salvó para que dejemos atrás todo desorden y vivamos en la Plenitud del Espíritu de Dios, en la Plenitud de Cristo.

 

¿Es posible que hayamos perdido un poco el rumbo?

¿Es posible que hayamos dejado que nos confundan y nos distraigan?

¿Es posible que hayamos perdido de vista el propósito de Dios para nuestras vidas?

 

Cuando algo de esto pasa, en lugar de seguir buscando de Dios, buscamos otras cosas.

Dios lo expresa así en su Palabra:

Jeremías 2:13

»Dos son los pecados que ha cometido mi pueblo: Me han abandonado a mí, fuente de agua viva, y han cavado sus propios pozos, pozos rotos que no retienen agua.

En lugar de buscar a Dios, nos dejamos engañar y distraer. 

Comenzamos a hacer tesoros en la Tierra y no tesoros en los Cielos. 

En un primer momento es posible que de alguna manera hayamos calmado nuestra sed… pero tarde o temprano, estos pozos que nosotros mismos cavamos, se quedaron sin agua y como consecuencia, la sed vuelve a surgir… y entonces volvemos a cavar otros pozos y el circulo volverá a repetirse…

Dejándonos sin nada, vez tras vez…

Jesús lo dijo de esta manera, al encontrarse con la mujer samaritana:

Juan 4:13-14 /NBLA

Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna».

“Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed…”

Cualquier “agua” que se busque para saciar la sed del ser humano, nunca saciará completamente la sed. Es posible que al principio logre confundirnos y aparentemente saciarla… pero tarde o temprano, se volverá a tener sed.

El ser humano puede intentar reemplazar lo que Dios da.

El enemigo puede querer imitar y así engañar al ser humano, ocupando el lugar de Dios.

 

“…pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás…”

Pero nada ni nadie se puede igualar a Dios, su Vida, su Salvación, su Provisión, su Gracia, su Perdón, su Paz, su Transformación, …

 

“…sino que el agua que Yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna”:

Y no sólo saciará nuestra sed sino que lo que Cristo nos da, se convertirá en nosotros en una fuente. Un manantial de agua de vida que salta para vida eterna.

 

Qué maravillosa imagen!

Cristo no sólo calma nuestra sed sino que nos convierte en manantiales de agua de vida para que por medio de nuestras vidas, seamos el medio por el cual el agua de vida calme la sed de los que nos rodean.

Y este “manantial de agua viva” es el Espíritu de Dios que trae la Plenitud de Dios a nuestra existencia.

 

 

El mundo, el universo, día tras día, se va desordenando más.

La corrupción avanza.

El pecado avanza.

Pero hay un remanente que Dios ha escogido para frenar el desorden, la corrupción y el pecado.

Esto es lo que somos.

Como dijo Jesús. “Ustedes son la Sal de la Tierra”.

La Sal que impide la corrupción, la podredumbre.

Dios te escogió, me escogió, nos escogió para que muchos sean salvos de la muerte eterna, de la corrupción del pecado.

Necesitamos replantearnos nuestras vidas.

 

 

¿Hacia dónde estamos caminando?

¿A quién estamos siguiendo?

¿De qué fuente estamos bebiendo?

 

 

Dios ha provisto para sus hijos, la libertad de todo tipo de esclavitud.

Pero para poder experimentarla, debemos volvernos a Él.

Volvamos a Cristo.

Dejemos atrás todo error y todo tipo de vida religiosa.

Volvamos a la sencillez del evangelio.

Arrepintámonos de nuestros caminos y volvamos al Señor.

Volvamos a hacer las primeras obras.

Reconozcamos a Cristo como nuestro Rey y Señor y él nos traerá de su libertad. 

Como dice 

Isaías 10:27 /RV60

Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.

Claramente hay una promesa de Dios.

Promesa de liberación.

La libertad de la esclavitud del pecado y aún de las ataduras de Satanás y sus demonios es posible cuando dejamos que la Unción del Santo obre en nuestras vidas.

Cristo es el Ungido de Dios.

Cuando anhelamos la Plenitud de su Espíritu y dejamos que su Espíritu Santo llene nuestras vidas, entonces su Unción, viene sobre nosotros y esta Unción que no es más que la vida de Cristo viviendo plenamente en nosotros por medio de su Espíritu Santo, nos libra de toda esclavitud, atadura y opresión.

Como decía…

  • Volvamos a Cristo.
  • Volvamos a la fe sencilla.
  • Volvamos a sus pies.
  • Pidamos perdón de nuestros pecados.
  • Arrepintámonos de nuestros malos caminos.
  • Creamos como niños en todo lo que la Palabra de Dios nos dice.
  • Pidamos con Fe, sin dudar.
  • Y el Señor nos llenará de su vida, de su presencia y retomaremos así la Senda de la Vida.
  • El camino de Victoria que el tiene preparado para sus hijos.

¿A Quién le Creo?

El domingo pasado, José Luis, nos compartió la Palabra y nos llamó a DESPERTAR.

A estar alertas de los tiempos en que vivimos.

Alerta de las corrientes que hoy arrastran a toda la humanidad.

Y como decía José, nosotros los hijos de Dios tenemos ventaja.

Porque tenemos a Dios, su Palabra, y la revelación de ella por medio del Espíritu Santo que está en nosotros.

José también preguntó:

¿Discípulos de Quién somos?

Y pensaba que esta pregunta nos la debemos hacer cada día.

Porque de acuerdo a cual sea la respuesta, vamos a actuar, es decir, vamos a vivir.

Y la respuesta va de la mano de a Quién le creemos.

No podemos seguir a quién no le creemos.

Y no estoy hablando de creer que existe o no.

O de creer en lo que hizo o no…

Sino que estoy hablando de si LE CREO.

Y esto lo demuestro cada día y a cada momento, en mi forma de vivir.

Porque si LE CREO A DIOS. SI LE CREO A JESÚS. SI LE CREO AL ESPÍRITU SANTO.

  • Entonces, voy a obedecer sus mandamientos.
  • Voy a vivir como el quiere que viva.
  • Voy a esforzarme por seguirlo.
  • Voy a permitir que el me guíe.
  • Voy a querer aprender más de Él.

Y esto se cumple para todos los seres humanos en esta Tierra en todos los órdenes de la vida.

Cada hombre y cada mujer vive de acuerdo a estos principios.

Cada ser humano es discípulo de alguien.

Cada ser humano sigue a alguien.

Si no sigue a Cristo, sigue a otro u otros.

Filósofos, Economistas, Políticos, Deportistas, Artistas (actores, cantantes), Youtubers, Influencers…

 

Esta semana leía Isaías.

Y hay un episodio que me llamó a reflexionar sobre la Fe y a quién le CREO.

Y el capítulo 7 relata un episodio entre el Reino de Israel y el Reino de Judá.

Debemos recordar que después de la muerte del rey Salomón, Israel se dividió en dos reinos.

Israel (10 tribus) con capital en Samaria y Judá (2 tribus) con capital en Jerusalén.

Estos dos reinos coexistieron durante unos 200 años.

Ambos reinos, se fueron apartando paulatinamente del Señor, pero en reglas generales el Reino de Israel fue el reino que más rápidamente lo hizo y quien primero fue conquistado y sus 10 tribus fueron dispersadas… a tal punto que se habla de las 10 tribus perdidas de Israel. 

En este contexto, tenemos el relato de Isaías 7, donde el rey de Israel se alía al rey de Siria para conquistar el Reino de Judá.

También tenemos que destacar que durante el tiempo que duró el Reino de Judá, se sucedieron muchos reyes.

Algunos hicieron lo bueno delante de Dios… otros tuvieron buenas y malas y otros realmente hicieron lo malo delante de Dios.

Y Acaz, como dice en 2 Reyes 16, fue uno de estos últimos…

2 Reyes 16:1-4 /NBLA

1 En el año diecisiete de Peka, hijo de Remalías, comenzó a reinar Acaz, hijo de Jotam, rey de Judá.

2 Acaz tenía veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén; pero no hizo lo recto ante los ojos del Señor su Dios como su padre David había hecho. 

3 Anduvo en el camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar a su hijo por el fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que el Señor había arrojado de delante de los israelitas. 

4 Y sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, en las colinas y debajo de todo árbol frondoso.

 

Aún así, frente al intento del Reino de Israel de conquistar el Reino de Judá, Dios manda al profeta Isaías a darle un mensaje al rey Acaz.

Uno podría pensar que este hombre que hizo tantas cosas abominables a los ojos de Dios y aún ante nuestros ojos… no debería tener la oportunidad de escuchar a Dios…

Pero vemos cuan grande es Dios. 

Mucho más grande y más misericordioso que lo que podamos imaginar… y que siempre nos busca, aunque hayamos hecho lo peor…

 

Y Dios le manda a decir a este hombre, que todo el plan que tenían los reinos de Israel y de Siria, no iba a tener éxito (vs. 4-7).

Que tenía que dejar de preocuparse. Que no había porque tener miedo.

Que eran puro humo. Sólo dos carbones apagados. Que ya no podían quemar. 

Y que por más que tenían planes… Dios dice: “Esta invasión nunca sucederá,
    nunca se llevará a cabo”.

Y al final de este mensaje Dios le dice a Acaz: 

  • “Si ustedes no lo creen, de cierto no permanecerán.” 
  • “¿No me creen? Si quieren mi protección, tienen que aprender a creer lo que digo”.
  • “Pero si tú y tus oficiales no confían en mí, que soy el Dios de Israel, serán derrotados por completo”.

 

Y esta advertencia de parte de Dios, realmente me hizo pensar.

 

¿Dónde estoy parado respecto a Dios y a su Palabra?

¿Realmente le creo a Dios? ¿Creo en su Palabra y en sus Promesas?

Porque como vemos en esta historia, Dios puede hacer todo a nuestro favor… aún a pesar de que no lo merezcamos… pero aún así no creerle…

Y sin Fe, no hay vida espiritual.

Si no le creo a Dios. Si no creo en su Palabra y en sus Promesas, todo lo que Dios puede llegar a mostrarme y aún… hacer por mí… no va a ser de provecho para mi vida.

“Si ustedes no lo creen… de cierto no permanecerán…”

 

Este año, tenemos una nueva oportunidad.

El dicho popular expresa: “Mientras hay vida, hay esperanza”. 

Y en su Gracia, Dios nos está regalando un nuevo año, un nuevo tiempo por delante…

Pero este regalo, lo podemos aprovechar o lo podemos desperdiciar.

Dios ha hecho todo por nosotros. Y seguramente, en este año, seguirá mostrando su presencia, su fidelidad a cada promesa, para recordarnos que Él está.

Pero sin FE es imposible agradarlo.

Y la Fe, se demuestra con obras. 

No basta creer.

Debemos creerle y obrar en consecuencia.

Porque…

    • A quién le creemos es a quién seguimos.
    • A quién le creemos es a quién buscamos.
    • A quién le creemos es a quién copiamos.
    • A quién le creemos es a quién oímos.
    • A quién le creemos es de quién leemos.
    • A quién le creemos es a quién adoramos.
    • A quién le creemos es quién nos está discipulando.

 

Otro rey de Judá, pero que hizo lo bueno delante de Dios, y en una situación similar a la de Isaías 7, dijo:

2 Crónicas 20:20 /NBLA

Se levantaron muy de mañana y salieron al desierto de Tecoa. Cuando salían, Josafat se puso en pie y dijo: «Óiganme, Judá y habitantes de Jerusalén, confíen en el Señor su Dios, y estarán seguros. Confíen en Sus profetas y triunfarán».

 

Y Jesús nos dice hoy, lo que le dijo a Marta la hermana de Lázaro, antes de ser resucitado:

“—¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?”.

 

Volviendo un poco a lo que nos decía José Luis y recordando la exhortación de Pablo en Efesios 5 …

Efesios 5:13-14 /NBV

Pero cuando la luz brilla, pone todas las cosas al descubierto. Por eso se dice:

«Despiértate, tú que duermes; levántate de entre los muertos y Cristo te alumbrará».

 

Salmos 119:105 /NTV

Tu palabra es una lámpara que guía mis pies
    y una luz para mi camino.

 

Juan 8:12 /NBLA

Jesús les habló otra vez, diciendo: «Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida».

 

Despertemos.

Tomemos una posición de acción, pro-activa y de batalla.

Y creamos todo lo que Dios nos dice en su Palabra.

Y entonces, Cristo alumbrará nuestros pasos y nuestro camino en este nuevo tiempo.

Cultura de Vida

Esta semana, meditando en la Navidad y todo lo que la rodea…

Recordé que cuando era chico, en la iglesia, se acostumbraba a realizar la fiesta de navidad y se cantaban villancicos…

Es probable que muchos no recuerden ninguno o tal vez no tengan claro que son los villancicos… y esto es así… porque en nuestro medio de alguna manera han pasado de moda…

¿Qué son los villancicos? ¿Cuál es su origen?

Los villancicos, eran canciones simples surgidas en las pequeñas Villas o Pueblos con el objetivo de contar la historia de la Villa, de sus habitantes… es decir para mantener viva las tradiciones del pueblo.

Luego con el transcurso del tiempo, el tema central o la historia que contaban estos villancicos fue la Historia del nacimiento del Salvador. 

Así llegó a nuestros días como pequeñas canciones cuyo tema es la Historia de Navidad.

El objetivo de los villancicos era mantener viva la historia del pueblo de generación en generación.

En otras palabras era mantener viva su cultura. 

Porque … ¿Que es la CULTURA?

Según la RAE, en su tercera acepción, la Cultura es: “Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.”

Ahora, este conjunto de costumbres, conocimientos, tradiciones, música, etc. han dado forma a nuestra cultura de una manera casi imperceptible.

A través de los años, cada uno de estos ingredientes… han moldeado nuestra Cultura.

La primera vez que se utilizó la palabra cultura, fue unos años antes de Jesús, por el filósofo romano Cicerón.

El dijo, hablando de la filosofía, que esta era el “Cultivo del Alma”… en latín: “Cultura animi”.

Es decir que CULTURA también significa, CULTIVO o CULTIVAR.

Podríamos decir entonces que LA CULTURA DE UNA NACIÓN ES EL PRODUCTO, DE LO QUE FUE SEMBRADO EN LOS INTEGRANTES DE ESA NACIÓN, DURANTE AÑOS.

Pensando un poco en esto podemos decir que:

  • La cultura no surge de un día para otro, sino que lleva un tiempo, de la misma manera que no se cosecha de un día para otro…
  • Lo que hoy forma parte de nuestra Cultura, es lo que se sembró en el transcurso de los años en la mente y en el corazón de las personas, a través de distintos medios, como puede ser, la enseñanza, la música, la literatura, las tradiciones, las costumbres, la historia, etc.
  • En su mayor medida, esta siembra, fue hecha en nosotros de una manera “cuasi” imperceptible, sin que nosotros nos diéramos cuenta.

 

Por otro lado, este concepto de Cultura y de cómo mantenerla en el tiempo…, aunque no con el mismo nombre, está en las Sagradas Escrituras.

Tenemos que recordar, que cuando nuestro Dios, liberó a su Pueblo, a la Nación de Israel, de la esclavitud en Egipto, cada uno de los que formaban esta Nación, habían nacido y vivido como esclavos.

Podríamos decir que sus pensamientos, su forma de razonar, su forma de vivir, de trabajar, eran las de un esclavo.

Entonces Dios, les dio Mandamientos, Estatutos y Ordenanzas, que tenían como meta, reeducar a estos “esclavos” como personas “libres” en Dios, reformulando algunos aspectos para que su CULTURA sea la del Pueblo de Dios.

Y después de 40 años antes de entrar a la Tierra que Dios les había prometido, se les recuerda que era lo que tenían que hacer con lo que Dios les había enseñado.

Deuteronomio 6:1-9 /NTV

1 »Esos son los mandatos, los decretos y las ordenanzas que el Señor tu Dios me encargó que te enseñara. Obedécelos cuando llegues a la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer.

2 Tú, tus hijos y tus nietos teman al Señor su Dios durante toda la vida. Si obedeces todos los decretos y los mandatos del Señor, disfrutarás de una larga vida.

3 Escucha con atención, pueblo de Israel, y asegúrate de obedecer. Entonces todo te saldrá bien, y tendrás muchos hijos en la tierra donde fluyen la leche y la miel, tal como el Señor, Dios de tus antepasados, te lo prometió.

4 »¡Escucha, Israel! El Señor es nuestro Dios, solamente el Señor.

5 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.

6 Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego.

7 Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.

8 Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio.

9 Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad.

Vemos claramente que el deseo de Dios era que su Pueblo mantenga su CULTURA, de generación en generación, de padres a hijos, en medio de naciones hostiles y cuyas Culturas, eran totalmente contrarias al Pueblo de Dios.

Hace unas semanas dije algo así:

“… la batalla que tenemos que librar no es por las leyes de un país, sino por la cultura. Es decir la batalla es cultural… porque al fin y al cabo … si la Cultura cambia, las Leyes se van a cambiar”.

Y esta batalla la tenemos que dar, todos los días, desde el lugar que nos toca estar, sembrando la CULTURA DEL REINO DE DIOS, en los pequeños detalles y también en los más importantes.

 

Porque llegará el día que nuestros descendientes pregunten…

Deuteronomio 6.20-25 /NTV

20 »En el futuro tus hijos te preguntarán: “¿Qué significan estas leyes, estos decretos y estas ordenanzas que el Señor nuestro Dios nos mandó obedecer?”.

21 »Entonces tú les dirás: “Nosotros éramos esclavos del faraón en la tierra de Egipto, pero el Señor nos sacó de Egipto con su mano poderosa.

22 El Señor hizo señales milagrosas y maravillas ante nuestros ojos, envió castigos terribles contra Egipto, contra el faraón y contra todo su pueblo.

23 Nos sacó de Egipto para entregarnos esta tierra que había jurado darles a nuestros antepasados.

24 Entonces el Señor nuestro Dios nos ordenó obedecer todos estos decretos y temerlo a él, para que siguiera bendiciéndonos y preservara nuestra vida como lo ha hecho hasta el día de hoy.

25 Pues cuando obedezcamos todos los mandatos que el Señor nuestro Dios nos ha dado, entonces se nos considerará justos”.

 

 

Decíamos que CULTURA significa CULTIVAR…

Y respecto a esto, Dios nos advierte…

Gálatas 6:7 /NTV

No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra.

 

 

Porque el deseo de Dios siempre a sido nuestro bien, pero el ser humano sigue sin entender…

Oseas 10:12-13 /NTV

12 Yo dije: “Planten buenas semillas de justicia, y levantarán una cosecha de amor.
Aren la dura tierra de sus corazones, porque ahora es tiempo de buscar al Señor para que él venga y haga llover justicia sobre ustedes”.

13 »Sin embargo, han cultivado perversidad y han levantado una abundante cosecha de pecados.
Han comido el fruto de la mentira, confiando en su poderío militar y creyendo que los grandes ejércitos podrían mantener a su nación a salvo.

 

Si queremos cambiar nuestro futuro, debemos cambiar la semilla que se está sembrando.

No perdamos la oportunidad que Dios nos da, para cambiar nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos.

 

Dios nos ha dicho en su Palabra (1 Pedro 2.9) que somos su Nación Santa, su Pueblo escogido…

Dios nos dice que somos su ETNIA SANTA.

Una etnia es una comunidad humana que comparte un conjunto de rasgos de tipo sociocultural, al igual que afinidades raciales. La palabra, como tal, proviene del griego ἔθνος (éthnos), que significa ‘pueblo’.

Los grupos étnicos tienen, en general, un origen común, así como una historia y una tradición que los unen como pueblo. Trasmiten de generación en generación su lengua, sus costumbres, usos, valores, creencias e instituciones, así como el conjunto de expresiones artísticas que forman parte de su acervo cultural (música, danza, poesía, etc.).

Entonces como integrantes del Pueblo de Dios, tenemos una responsabilidad, para la cual el Señor nos ha capacitado por medio de su Espíritu Santo, y es la de trasmitir de generación en generación quienes somos como Etnia o Nación Santa.

Debemos mantener la Cultura del Reino de Dios.

Lo que hemos aprendido, lo que nos han enseñado de la Palabra de Dios, debemos transmitirlo, enseñarlo a nuestros hijos naturales y/o espirituales.

De esto también se trata el discipulado.

Como Pueblo de Dios, tenemos una CULTURA que debe ser transmitida.

Pero antes de transmitirla, también tenemos que vivirla.

Creo que es un buen momento para plantearnos que es lo que queremos cosechar a fin del año 2022 y en consecuencia que es lo que tengo que sembrar.

Es interesante ver que el que quiere sembrar en nuestros corazones es Dios.

La Parábola de Jesús que está en Lucas 8 dice: “El sembrador salió a sembrar…”

 

Dios es el SEMBRADOR que salió a sembrar…

Está buscando buena tierra.

Está buscando tierra que sea “humilde” para recibir la “buena semilla”…

Es posible que en el proceso de sembrar … también el mismo SEMBRADOR tenga que preparar la tierra, limpiándola para que esté preparada para tener una buena cosecha…

Pero queridos, es bueno lo que el Señor quiere hacer. No desechemos sus Caminos, su trato, su Cultura, sus enseñanzas, su Palabra…

Démosle la importancia que realmente tiene. 

No minimicemos lo que Dios nos dice.

No ocultemos quienes somos. 

Nuestra ciudadanía está en los Cielos…

Vivamos por lo tanto como ciudadanos del Reino, sin ocultar quienes somos.

Santiago 1:21 /NTV

Así que quiten de su vida todo lo malo y lo sucio, y acepten con humildad la palabra que Dios les ha sembrado en el corazón, porque tiene el poder para salvar su alma.

El mismo Pan

Hoy recordamos la Cena del Señor.

Podríamos decir que la Cena del Señor nos habla de varios temas.

Perdón, Sacrificio, Nueva Vida, Nuevo Pacto, Muerte, Vida, Justificación, Santificación, etc…

Hoy me gustaría tocar un tema que está implícito en la Cena y aunque tal vez no lo expresa directamente, es a mi juicio de suma importancia.

Este tópico es la Iglesia.

La Iglesia como Cuerpo de Cristo, como familia y pueblo de Dios, como grupo apartado del mundo y para Dios, es decir un Grupo, una Familia, un Pueblo SANTO.

Nuestro Señor, al instituir la Cena, no lo hizo apartando a unos pocos o en forma individual.

Por el contrario, lo hizo reuniéndose con todos los que Él había elegido para que sean sus discípulos. Todos. También el que Él sabía que lo iba a traicionar…

Nunca estuvo en el corazón del Señor, la idea o el concepto de “Seguidores” que lo hacen en forma individual, apartados de los otros.

NO.

Es más, pensar de esta manera es ir en contra de Cristo mismo y de su mensaje.

Cuando le preguntaron al Señor cual era el Mandamiento más importante, contestó:

Marcos 12:29-31 /NBLA

29 Jesús respondió: «El más importante es: “Escucha, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es; 30 y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza”. 31 El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento mayor que estos».

Es claro el remate que el Señor hace en su contestación: “No hay otro mandamiento mayor que estos”…

O sea que estos dos mandamientos están por sobre cualquier otro mandamiento del Señor.

Son estos dos la base para el resto de los mandatos del Señor.

Muchos malinterpretan lo que Jesús le dijo a Pedro, y entienden que el Señor dice que sobre Pedro edificará su iglesia.

Si esto fuera así, por lo menos para mí, habría una incoherencia en su mensaje, personalizando la edificación de su familia, sobre una persona, cuando en realidad su corazón está en su familia, en su cuerpo y no en uno por sobre el resto.

Si pensamos en la Cena del Señor, es probable que sólo pensemos en los pocos versículos donde puntualmente el Señor habla del Pan y el Vino… pero esa noche, esa cena fue mucho más larga que esos pocos versículos.

El evangelio de San Juan, capítulos 13 y 14, nos da un detalle mayor sobre lo que el Señor habló en esa última cena a sus discípulos.

Allí vemos que tomando la actitud de un esclavo, les lavó los pies, hablando con su ejemplo sobre la Humildad y sobre la necesidad de que cada uno de nosotros sigamos su ejemplo teniendo su misma actitud de humildad para con todos.

Luego les dijo que la manera en que todos se darían cuenta que eran discípulos del Señor, sería por medio del Amor mutuo…

S.Juan 13.34-35 /NBLA

34 »Un mandamiento nuevo les doy: “que se amen los unos a los otros”; que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros. 35 En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros».

Luego les habló de la Esperanza de la Vida eterna junto al Señor, del Espíritu Santo, de su Paz en nosotros, etc. etc.

Podemos ver entonces que estaba muy claro para sus discípulos que no se trataba de ellos como individuos sino de ellos como parte de un cuerpo, de una familia, de una iglesia.

Es que precisamente esto es la Iglesia: “una asamblea de personas seleccionadas aparte…”.

No se trata de individuos. Se trata de un cuerpo.

Tenemos que decir que en los tiempos de Jesús, el concepto de iglesia, o “ekklesia”, era muy conocido.

Es decir que no era un término religioso en absoluto, sino un término político y gubernamental que se utilizaba para designar a un grupo de personas, convocadas y reunidas para gobernar los asuntos de una ciudad.

Es por esto que Jesús dijo… “…sobre esta declaración, que es como una gran roca, edificaré MI IGLESIA…”

Podrían existir muchas “ekklesias” o asambleas legislativas … pero Jesús creo SU IGLESIA, según sus términos, sus principios y sus mandamientos.

Es por esto que la Cena del Señor nos habla de CUERPO, DE FAMILIA, DE IGLESIA.

Cuando comemos el Pan… Un mismo Pan se parte y se reparte y todos comemos del mismo Pan… lo que significa que todos al participar del mismo Pan, reconocemos y aceptamos, que formamos parte del mismo Pan, del mismo Cuerpo, de la misma Familia, de su misma Iglesia.

Es que NO HAY PROPÓSITO DE DIOS PARA TU VIDA Y PARA LA MÍA, FUERA DE LA IGLESIA.

SI DIOS VA A CUMPLIR SU PROPÓSITO EN TU VIDA Y EN LA MÍA, SERÁ DENTRO DE LA IGLESIA, DENTRO DEL CUERPO DE CRISTO, DENTRO DE LA FAMILIA DE DIOS.

NO EXISTE ESO DE CREER EN DIOS PERO NO CREER EN LA IGLESIA.

NO CREER EN LA IGLESIA, ES NO CREER EN EL CUERPO DE CRISTO.

En esta semana, al despertarme, el Señor me habló sobre este pasaje:

Efesios 4:11-16 /NVI

11 Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, 12 a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo.

13 De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo.

14 Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas.

15 Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.

16 Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro.

Y al meditar en este pasaje, entre otras conclusiones extraje las siguientes:

– El propósito de cada ministerio es capacitar a TODOS los santos. Es decir a TODO el cuerpo de Cristo.

– La meta de esta capacitación es que TODO el pueblo de Dios, la iglesia, llegue a tener la misma fe y el mismo conocimiento de Cristo.

– Esto es así, porque el PROPÓSITO de DIOS es que TODOS lleguemos a ser como Cristo.

– Muchos de los problemas de la iglesia tienen que ver con la falta de madurez espiritual.

– Hay un punto en que se deja de ser niños… y se comienza una etapa de crecimiento… “viviendo la verdad en amor”.

– El crecimiento del cuerpo, lo da Cristo nuestro Señor.

– El cuerpo crece si está bien unido a Cristo y bien unido entre sí.

– NO HAY CRECIMIENTO SIN UNIÓN. No hay crecimiento si alguno de estos dos puntos de unión fallan. (San Juan 15)

– Cada miembro del cuerpo de Cristo tiene una Gracia que el Señor mismo le otorgó y que es para la edificación del otro, es decir para la edificación del Cuerpo.

Queridos hermanos, Dios tiene grandes cosas para nuestras vidas.

Sus Caminos y sus Pensamientos son mucho mejores de los que podemos anhelar o aún de imaginar.

Pero cada uno de estos Caminos y Pensamientos…

Y cada una de esas Grandes cosas que Dios tiene para nosotros…

Sólo serán realidad si estamos UNIDOS A CRISTO Y UNIDOS AL CUERPO.

ESTE ES EL PLAN DE DIOS. NO ES EL MÍO. 

ES LO QUE DIOS DICE EN SU PALABRA.

HAY AUTORIDAD DELEGADA POR DIOS A SUS HIJOS, PERO ESTA AUTORIDAD ES POSIBLE PORQUE SUS HIJOS ESTAN UNIDOS A SU CUERPO QUE ES LA IGLESIA.

Tal vez alguna vez te planteaste el porqué de la falta de crecimiento espiritual… 

Si es así… no estaría de más, pensar… como estamos con “nuestra Unión con Cristo y con su Cuerpo…”.

En Colosenses hay un pasaje similar que también nos habla de cómo está unido el Cuerpo de Cristo.

Colosenses 2:18-19 /NBV

18 No dejen ustedes que les quiten su premio quienes fingen ser humildes y adoran a los ángeles. Estos individuos dicen haber visto visiones y se llenan de orgullo por sus pensamientos humanos. 19 Sin embargo, no están conectados a Cristo, la cabeza, a la cual nosotros, que formamos su cuerpo, sí estamos unidos. Y lo estamos por medio de fuertes junturas y ligamentos, con lo cual crecemos a medida que Dios nos nutre.

Claramente aquí Dios nos dice que cada uno de nosotros estamos Unidos a Cristo por medio de las coyunturas y los ligamentos… es decir por medio de otro hermano…

Esto nos habla de tener relaciones firmes, con algún hermano, para ser edificado.

Esto no es tener una amistad… solamente…

No.

Es tener una relación en la cual soy edificado espiritualmente por el otro.

Es obedecer el mandato de Jesús… “Vayan y hagan discípulos…”.

Es reconocer en el otro, a quien puede edificarme. De quién puedo aprender.

Y es buscar al Señor juntos.

No es sólo juntarme a tomar un café o comer algo juntos…

Es mucho más que esto.

Es buscar crecer. Es tener la determinación de crecer. De ser edificado en el Señor.

Esto es lo que significa COMER EL MISMO PAN.

Entender esto es también… Discernir el Cuerpo de Cristo… 

“No seamos necios, sino sabios, aprovechando bien el tiempo… porque los días son malos…” – Efesios 5:15-16

“Así que tengan mucho cuidado con su forma de vivir, no sean como los que no tienen entendimiento, sino que vivan honradamente con verdadera sabiduría, porque estamos viviendo en tiempos malos. Aprovechen al máximo todos los días mientras dedican su vida a los propósitos de Dios”.

La elección debida

En la semana me encontré de manera casual con un hermano y en la charla, me dijo algo así: “…es impresionante la ANARQUÍA que se vive hoy en nuestro país…. a todo nivel…”.

Automáticamente, recordé el último versículo del libro de Jueces…

Jueces 21.25 /NBLA

En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos.

En buen criollo, diríamos: “…cada uno hacía lo que le daba la gana…”.

No estamos errados si decimos que esta última frase, pinta con bastante exactitud, lo que nos pasa como sociedad.

También escuche una frase que, hace unos años, la dijo quien en vida fuera ministro de la Corte Suprema de Justicia.

“Las leyes, en la Argentina de hoy, se han transformado en un listado de sugerencias”.

Qué triste descripción de nuestra sociedad, de nuestro país!

Por un lado tenemos una ANARQUÍA de hecho… es decir que en la práctica, en la calle, en los distintos estamentos de nuestra sociedad, y más allá de las leyes, una gran mayoría de la población, en determinadas ocasiones… “…hace lo que le da la gana”…

Y por el otro, vemos que más allá del gobierno de turno, se vive como si las leyes establecidas, son sólo SUGERENCIAS y no “normas establecidas por una autoridad superior para regular, de acuerdo a la justicia algún aspecto de las relaciones sociales”.

Entonces, el problema no está en que no hay Autoridad, Gobierno y Leyes, sino en que se vive sin reconocer la AUTORIDAD y sus LEYES.

Y por lo tanto, ya no es una circunstancia externa, sino una actitud del corazón, del interior del ser humano.

Y al final, siempre terminamos dándonos cuenta que la solución al problema del ser humano no está en lo externo, en las circunstancias externas, sino en el corazón, en el ser interior…

Es decir que la batalla que tenemos que librar no es por las leyes de un país, sino por la cultura. Es decir la batalla es cultural… porque al fin y al cabo … si la Cultura cambia, las Leyes se van a cambiar.

Pero volviendo al último versículo de Jueces, y si sólo nos quedáramos con ese pasaje, todos podríamos concluir que era porque NO HABÍA REY, es decir NO había una AUTORIDAD y entonces… esto sería la excusa perfecta…

Pero si seguimos leyendo las Sagradas Escrituras, llegaremos al momento en que el último de los Jueces que Dios levantó para guiar a su pueblo, Samuel, se encontró defraudado y rechazado por el pueblo de Israel …

1 Samuel 8:5-8 /NTV

5. «Mira, Samuel—le dijeron—, ya eres anciano y tus hijos no son como tú. Danos un rey para que nos juzgue así como lo tienen las demás naciones».

6. Samuel se disgustó con esta petición y fue al Señor en busca de orientación.

7. «Haz todo lo que te digan—le respondió el Señor—, porque me están rechazando a mí y no a ti; ya no quieren que yo siga siendo su rey.

8. Desde que los saqué de Egipto me han abandonado continuamente y han seguido a otros dioses. Y ahora te tratan a ti de la misma manera.

En este pasaje, podemos ver que el problema no era la falta de un rey… sino que NO RECONOCÍAN A DIOS COMO SU REY.

Y llegado este momento, NO QUERÍAN QUE DIOS SIGA SIENDO SU REY.

El Rey, estaba.

Las Leyes, estaban.

Pero el corazón del pueblo, estaba en REBELDÍA, y no reconocía a Dios como su SEÑOR y REY.

Y nosotros, la iglesia de Dios. Los que decimos que seguimos a Cristo como nuestro Señor… ¿cómo estamos con todo esto?

¿Cómo está mi corazón?

¿Es Cristo Jesús mi REY y SEÑOR?

¿Su Palabra, sus Mandamientos, que son para mí? ¿LEYES O SUGERENCIAS?

Queridos y Amados hermanos… 

A Dios no le da lo mismo si le reconocemos como Señor o no…

A Dios no le da lo mismo si obedecemos o no obedecemos sus mandamientos…

O ¿a que Padre le daría lo mismo si su hijo pone las manos en el enchufe o no los pone?

Y el fue y es muy claro con su Pueblo…

Deuteronomio 30:15-19 /NBLA

15. »Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal.

16. Hoy te ordeno amar al Señor tu Dios, andar en Sus caminos y guardar Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus decretos, para que vivas y te multipliques, a fin de que el Señor tu Dios te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerla.

17. Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves,

18. Yo les declaro hoy que ciertamente perecerán. No prolongarán sus días en la tierra adonde tú vas, cruzando el Jordán para entrar en ella y poseerla.

19. Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra ustedes de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia,

Dios no dice: “Elijan lo que quieran, porque me da lo mismo, total es tu vida”

NO!

DE NINGUNA MANERA!!! NO!

Dios es Padre, Dios es Amor, Dios nos creo para que seamos sus hijos, y el NO QUIERE QUE NADIE MUERA…

2 Pedro 3:9 /NTV

En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.

Es por esto que el dice:

Deuteronomio 30.19 /NBLA

Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra ustedes de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia,

Aquí hay un mandamiento para el ser humano: ESCOGE LA VIDA.

Es por esto también que como veíamos el domingo pasado:

2 Pedro 1:3 /NTV

Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos al llegar a conocer a aquel que nos llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia;

DIOS nos dio en Cristo, todo lo que necesitamos para que cada día elijamos la vida y no la muerte.

Nos dio a su Espíritu Santo para que cada día, en lugar de considerar a su Palabra y sus mandamientos como sugerencias, los obedezcamos como leyes.

El mundo está en un proceso de degradación.

Se va pudriendo, se va echando a perder cada día un poco más.

Pero esto es para los que están en el Reino de las Tinieblas.

En cambio en el Reino de la Luz, en el Reino de Cristo, nuestro Rey y Señor, cada vida está en un proceso de crecimiento, un proceso de santificación en el cual vamos desvistiéndonos y quitándonos lo viejo y vamos adoptando en su lugar lo nuevo, lo de Cristo. 

Su Vida que está en nosotros, va sanando y santificando cada aspecto de nuestro ser.

Esto es así. … Debe ser así!

Y si no lo es, debemos examinarnos e identificar qué es lo que tenemos que cambiar.

No podemos seguir haciendo lo que queremos, tomando lo que Dios dice en su Palabra como una SUGERENCIA, “…total Dios me entiende”.

Esto es REBELDÍA en contra de Dios.

Y si esto es así, Dios te dice hoy: ¡ELEGÍ LA VIDA!

NO ES UNA SUGERENCIA. ES UN MANDATO DE DIOS.

Es que si seguimos de la misma manera, NOS ENGAÑAMOS A NOSOTROS MISMOS.

Creemos que estamos pero no estamos…

Creemos que con sólo escuchar la Palabra o una meditación o un video o un tema musical … etc. etc… con eso estamos bien…

ES UN ENGAÑO. ES UN AUTOENGAÑO.

Como dice en Santiago 1.22-25: “Nos engañamos a nosotros mismos si somos solamente oidores de la Palabra”.

No basta con OIR, debemos PONER EN PRÁCTICA lo que escuchamos.

Y todo comienza con lo que decíamos las últimas semanas. 

DELEITARNOS en su Palabra.

DELEITARNOS en la Amistad con Dios.

DELEITARNOS en su compañía.

DELEITARNOS en lo que tenemos en Cristo.

DELEITARNOS en EL.

Y entonces, el poner en práctica los mandamientos del Señor, no será una carga sino una bendición.

Aferrados

El domingo pasado meditábamos sobre la necesidad que tenemos de poner nuestra atención y deleitarnos en las realidades celestiales y en las verdades del Reino de Dios.

Y también decíamos que Dios nos ha dado su fe para que esto que parece una locura sea una experiencia real en la vida de cada discípulo del Señor.

Con esto en mi corazón, hoy quiero que sigamos meditando en la fe.

¿Qué es la fe?

Hebreos 11:1 /NTV

La fe demuestra la realidad de lo que esperamos; es la evidencia de las cosas que no podemos ver.

Esta versión encaja perfecto con lo que meditábamos la semana pasada en cuanto a poner nuestro deleite en las realidades celestiales.

“La fe demuestra la realidad de lo que esperamos…”

Es por medio de la fe que podemos contemplar, lo que tenemos de parte de Dios en Cristo nuestro Señor.

Es por medio de la fe que podemos deleitarnos en la herencia que tenemos por haber sido hecho hijos juntamente con Cristo.

Como decíamos hace unos domingos: “Sin fe somos impotentes para agradar a Dios”.

Sin fe no tenemos poder para vivir agradando a Dios.

Es por esto que Dios viene a hacer morada en nosotros para que su Espíritu Santo, es decir el Espíritu de Cristo, viva en nosotros y a través de nosotros.

Esto quiere decir que en nosotros tenemos la fe de Cristo.

Nuestro Señor… ¿era un hombre de fe?

Esa misma fe… su cantidad y calidad… es la que todos los discípulos del Señor tenemos.

Si esto es así… ¿por qué vivimos como vivimos?

En primer lugar puede ser por ignorancia… es decir que no sabemos lo que tenemos en Cristo.

En cuanto a esto, espero que el Señor nos abra el entendimiento para que comprendamos lo que tenemos.

Dice el Señor en su Palabra, en 

2 Pedro 1:3-4 /NTV

3 Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos al llegar a conocer a aquel que nos llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia; 4 y debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.

Cuando Dios dice que nos dio “todo lo que necesitamos…” es indudable que incluye la fe.

Y en segundo lugar, porque no permitimos que la fe que tenemos se desarrolle, se despliegue… 

Necesitamos entender que la fe debe empapar toda nuestra vida.

Recuerdo que cuando hablamos de fe, no hablamos de sólo creer que Dios existe… sino de Creer en todo lo que Dios dice.

 

Nuestra existencia, nuestro andar, nuestro caminar, transitar, comerciar, estudiar, trabajar, educar, hablar… todo, absolutamente todo, debe estar teñido por la fe.

Así como la fe nos permite vislumbrar las realidades celestiales y las verdades de Dios, cuando contemplamos estas realidades y creemos en cada una de estas verdades celestiales, nuestra fe crece, se desarrolla, se despliega.

Y este “círculo virtuoso” es un proceso necesario que todo hijo de Dios necesita experimentar.

Hay un versículo sobre la fe que escuchamos bastante y que se repite en 3 oportunidades en la Palabra de Dios …

Hebreos 10:37-38 /NBLA

37 Porque dentro de muy poco tiempo, El que ha de venir vendrá y no tardará.

38 Mas Mi justo vivirá por la fe; Y si retrocede, Mi alma no se complacerá en Él.

Vivir por la fe, significa en primer lugar que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados pero ahora vivimos en Dios y para Dios por la fe en Jesús, en su muerte y en su resurrección, y en que Dios le ha hecho Señor y Cristo.

Pero también “vivir por la fe” o “por medio de la fe” significa que nuestra vida, nuestro caminar hasta que el Señor venga a buscarnos es por fe. 

Otro pasaje lo dice así:

2 Corintios 5:7 /NBLA

(Porque por fe andamos [vivimos], no por vista).

¿Queremos que nuestras vidas se parezcan cada día más a Jesús?

¿Deseamos que nuestra familia cambie?

¿Anhelamos que nuestro pais cambie?

Debemos vivir o andar por fe.

Podríamos decir que es necesario que toda nuestra vida la pasemos a través del filtro de la fe.

 

En base a Hebreos 11, me gustaría señalar cómo la fe es un ingrediente fundamental en todos los aspectos de nuestra vida.

 

– Por la Fe ENTENDEMOS [comprendemos, reflexionamos]

Comúnmente se dice: “ver para creer”.

En cambio, Dios dice que por medio de la fe podemos comprender, reflexionar y entender.

 

– Por la Fe ADORAMOS

Adorar es ofrecer nuestra vida para agradar a Dios. Es poner en primer lugar a Dios en nuestra vida. Sin fe esto es imposible.

Pero la fe es lo que me motiva y me impulsa a hacerlo.

 

– Por la Fe NO MORIREMOS

El ser humano sin Dios, sin fe en Cristo y en su obra, le teme a la muerte. Y este temor es la base de todo tipo de temor. Temores que atan, oprimen y esclavizan a millones de seres humanos hoy. 

Pero es por medio de la fe que Dios nos hace libres de todo temor porque el nos libró de la muerte.

 

– Por la Fe PODEMOS AGRADAR A DIOS

Sin fe: impotentes.

Con fe: poderosos en Dios.

 

– Por la Fe HACEMOS LA OBRA QUE DIOS NOS ENCARGA

Aún sin saber o sin comprender el porqué o el para qué, es por medio de la fe que podemos realizar lo que Dios nos pide.

 

– Por la Fe OBEDECEMOS SIN PEDIR RAZONES

Esto va de la mano con el anterior.

Por lo general, cuando nos piden que hagamos algo pedimos razones y queremos saber el porqué y el para qué… 

Pero si confiamos en Dios, en sus propósitos, en sus cuidados, en definitiva en todo lo que EL es… 

Obedecemos.

 

– Por la Fe CAMINAMOS Y HABITAMOS ESTE MUNDO COMO EXTRANJEROS Y PEREGRINOS

Es por la fe que entendemos que todo en esta vida es pasajero y que nuestra ciudadanía está en los cielos. Así que lo que nos interesa no es hacer tesoros en esta Tierra sino Tesoros en los Cielos.

 

– Por la Fe RECIBIMOS FUERZAS Y MILAGROS DEL SEÑOR

Así como Sara a sus 90 años recibió fuerzas y el milagro de ser madre, nosotros recibimos la fuerza y el poder de Dios por medio de su Espíritu cuando creemos en las promesas de Dios para nosotros.

 

– Por la Fe PASAMOS LA PRUEBA VENCIENDO

El ser humano le teme a las pruebas. Pero es por medio de la fe que creemos que Dios es poderoso para darnos el poder y la salida para vencer la prueba. También es por medio de la fe que confiamos aún cuando estemos pasando por el valle de sombra y de muerte…

 

– Por la Fe BENDECIMOS

En lugar de maldecir, bendecimos.

Aunque lo que veamos no concuerde con nuestras expectativas, bendecimos.

Porque bendecir es un acto de fe.

 

– Por la Fe CREEMOS EN LA PALABRA DE DIOS

Por la fe la Palabra de Dios cobra vida en nosotros.

Es por medio de la lectura de la Palabra de Dios que nuestra fe se desarrolla, se despliega y es por medio de esa fe que se despliega que creemos en la Palabra de Dios.

 

– Por la Fe NO TENEMOS MIEDO A NADA NI NADIE POR MÁS PODEROSO QUE SEA

Las personas pueden querer atemorizarnos, pero es por medio de la fe que conocemos a quien está con nosotros.

El cual es más poderoso que cualquier criatura.

Sabemos que Él está con nosotros como Poderoso gigante y que prometió que nunca nos iba a abandonar.

Es por esto que Nadie por mas poderoso que sea, se puede comparar con nuestro Padre Celestial.

 

– Por la Fe ELEGIMOS SUFRIR POR CRISTO ANTES QUE VIVIR LEJOS DE ÉL

Naturalmente el ser humano tiene un instinto de conservación que muchas veces nos mantiene a salvo de los peligros.

Pero cuando lo que nos pasa no lo filtramos a través de la fe ese instinto de conservación junto al temor a la muerte nos hará tomar las decisiones equivocadas.

Por lo cual es necesario, que toda circunstancia la analicemos con los lentes de la fe. 

Sólo así entenderemos las situaciones y tomaremos la mejores decisiones de acuerdo a lo que Dios quiere.

 

– Por la Fe PERSEVERAMOS

Es imposible para el ser humano “seguirle el ritmo a Dios”.

Isaías 40:29-31 NTV

29 Él da poder a los indefensos y fortaleza a los débiles.

30 Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan, y los hombres jóvenes caen exhaustos.

31 En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila.
Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán. 

 

– Por la Fe CELEBRAMOS 

Por qué celebramos? Hay motivos?

Si sólo miramos a nuestro alrededor con nuestros ojos, los motivos de celebración son escasos y esporádicos.

Pero si levantamos la mirada y ponemos nuestros ojos en la Victoria de Cristo, SIEMPRE HAY MOTIVOS PARA CELEBRAR.

 

– Por la Fe ATRAVESAMOS LAS DIFICULTADES Y SALIMOS VICTORIOSOS

Romanos 8:36-37 /NBV

36 Las Escrituras dicen: «Por tu causa nos amenazan de muerte todo el tiempo, nos tratan como a ovejas de matadero».

37 A pesar de todo, nuestra victoria es absoluta, gracias a Cristo que nos amó.

 

– Por la Fe NUESTRA DEBILIDAD SE CONVIERTE EN FORTALEZA

 

 

– Por la Fe TENEMOS ESPERANZA

Romanos 15:13 /NTV

Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo.

 

Conclusión:

Agradar a Dios no es imposible para el hijo de Dios.

Agradar a Dios no es imposible si vivimos llenos del Espíritu de Cristo.

No lo es porque Cristo mismo vive en nosotros y su misma fe en Calidad y en Cantidad está en nosotros.

Lo único que tenemos que hacer es caminar.

AFERRADOS de su mano.

Día a día.

Y de la misma manera que un niño crece y madura aún sin darse cuenta… así también nosotros, caminando de la mano de nuestro Padre Celestial, teniendo intimidad con Él, buscando de su presencia, mirando a través de sus ojos, a través de su Palabra, creceremos a la misma imagen de su Hijo Jesucristo.

No dejes que nada ni nadie te desanime.

TODO ES POSIBLE SI PUEDES CREER.

Saciados

El fin de semana pasado meditamos sobre el REINO INCONMOVIBLE que hemos recibido de parte de Dios.

Y a propósito de esto decíamos:

NO PERMITAMOS QUE LO CONMOVIBLE NOS APARTE DE LO INCONMOVIBLE.

Y por lo tanto decíamos que debemos hacer Tesoros en los Cielos y no en la Tierra.

Porque todo, absolutamente TODO excepto lo Eterno, desaparecerá, será consumido…

Con esto todavía en el corazón, en la mente, en la meditación…

En el Encuentro de Oración del miércoles, el Señor me habló acerca de la oración y cómo una oración mal enfocada, puede llevarme a sólo fijar mi mirada en la necesidad, en lo que falta, en las miserias humanas y dejar de lado a Dios, su Poder, su Reino y lo que Él me ha dado.

Y esto es muy peligroso para nuestra vida espiritual, porque podemos estar viviendo como si NO estuviéramos en el Reino de Dios, sin disfrutar de lo que Dios nos ha dado. 

Dicho de otra manera: 

“Cuando la oración se centra en sólo PEDIR, es muy probable que sólo me enfoque en mi NECESIDAD, perdiendo de vista TODO lo que Dios me ha dado en Cristo”.

Por esto, no sólo es NECESARIO, sino que también es URGENTE, es decir, es IMPERIOSO que cambiemos nuestra manera de pensar, de evaluar, de mirar, de razonar… en toda nuestra manera de vivir, aún en nuestra forma de relacionarnos con Dios… 

Y nuestras oraciones hablan mucho de cómo nos relacionamos con Dios.

Cuando los discípulos del Señor le pidieron que les enseñe a orar, Jesús les dejó un modelo a seguir… modelo que todos conocemos como el Padre nuestro…

Mateo 6:9-13 /NBLA

9 »Ustedes, pues, oren de esta manera:

“Padre nuestro que estás en los cielos, Santificado sea Tu nombre.

10 Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.

11 Danos hoy el pan nuestro de cada día.

12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.

13 Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal. Porque Tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre. Amén”.

En este modelo de oración, vemos que:

    1. RECONOCIMIENTO DE QUIÉN ES DIOS. ADORACIÓN.
    2. HUMILLACIÓN. LO MÁS IMPORTANTE ES SU REINO Y SU VOLUNTAD POR SOBRE LO QUE YO QUIERO.
    3. DIOS ES QUIEN ME PROVEE LO QUE NECESITO. PETICIÓN PARA EL DÍA.
    4. CONFESIÓN DE MIS PECADOS Y COMPROMISO DE HACER SU VOLUNTAD.
    5. PEDIDO DE AYUDA EN CONTRA DEL PECADO Y DEL ENEMIGO.
    6. ALABANZA. 

Haciendo un análisis muy simple… podemos ver que según este modelo, la petición por nuestras necesidades ocupa sólo el 16% de nuestro tiempo de oración.

Siempre según este modelo… si oramos 60 minutos, sólo 10 minutos serían para pedir por mis necesidades…

Si lo hacemos 30 minutos, serían 5 minutos.

Y si son sólo 15 minutos, 2 minutos tendrían que ser para pedir…

Entiendo que la vida no es sólo matemática, proporciones o porcentajes estrictos…

No somos números, somos personas…

Y en determinados momentos de nuestra vida, hay situaciones extremas donde lo único que brota de nuestro corazón es Pedir…

Pero aún así, no podemos dejar de ver que nuestro Señor nos dejó un modelo a seguir y que en ese modelo hay más lugar para la ADORACIÓN y la ALABANZA que para las Peticiones.

NO QUIERO DECIR CON TODO ESTO QUE NO TENEMOS QUE PEDIR. DE NINGUNA MANERA.

PERO DEBEMOS BUSCAR UN EQUILIBRIO Y NO VER A DIOS SÓLO COMO EL QUE ME DA LO QUE LE PIDO.

Volviendo al encuentro de oración del miércoles, algunos hermanos compartieron lo que Dios les mostró sobre la oración…

Y fue enriquecedor …

Unos compartieron, que Dios les mostró que tenían que bendecir, osea proclamar bien sobre aquellos por los cuales tenían carga hace muchos años.

Otra hermana, nos mostró como el Señor a través de su Palabra le reveló la necesidad de Alabar y Adorar más que pedir.

Que maravilloso es el Señor!!! Dios nos habla a través de los hermanos. 

Como decíamos, estamos en el Reino de Dios y por lo tanto debemos vivir según sus leyes, sus normas, sus parámetros y dejar atrás definitivamente lo que tiene que ver con el reino de las tinieblas, con el sistema mundo, con el estilo de vida de esta Tierra.

A veces creo que vivimos como si estuviéramos en el reino que describe el tango “Cambalache” más que en el Reino de Dios.

En cambio, miremos que dice Colosenses 3…

Colosenses 3:1-3 /NTV

1 Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios.

2 Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra.

3 Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios. 

 

    1. PONGAN LA MIRA EN LAS VERDADES DEL CIELO.
    2. PIENSEN EN LAS COSAS DEL CIELO.
    3. NO PIENSEN EN LAS COSAS DE LA TIERRA.

NUESTRA VERDADERA VIDA ES LA QUE TENEMOS EN CRISTO. 

Físicamente todavía estamos en esta Tierra, pero Espiritualmente ya estamos con Cristo sentados a la derecha del Padre.

En otra versión, el versículo 2 se expresa así:

2 Sí, deléitense en todos los tesoros del reino celestial y llenen sus pensamientos con realidades celestiales, y no con las distracciones del reino natural.

    1. DELÉITENSE EN TODOS LOS TESOROS DEL REINO CELESTIAL.
    2. LLENEN SUS PENSAMIENTOS CON REALIDADES CELESTIALES.
    3. DEJEN LAS DISTRACCIONES DEL REINO NATURAL.

Esta paráfrasis me llama mucho la atención!!!

 Y nos amplia el concepto!!!

No solo es MIRAR las cosas de arriba, sino que es DELEITARSE CON LOS TESOROS y LLENAR NUESTROS PENSAMIENTOS CON LAS REALIDADES CELESTIALES.

Dice REALIDADES CELESTIALES. 

La otra versión decía VERDADES DEL CIELO…

Esto significa que lo que Dios dice es más real y más verdadero que lo que podemos ver y tocar en esta Tierra.

Es que como leíamos: NUESTRA VERDADERA VIDA ESTÁ EN CRISTO.

Queridos, si o sí, debemos asimilar que Dios nos trasladó a un nuevo Reino.

El Reino de Cristo.

Y este Reino tiene otra manera de ver toda nuestra existencia.

Ya no andamos por vista.

No vivimos por lo que vemos.

EN ESTE REINO SE VIVE POR FE.

Y es por medio de esta FE que podemos levantar la mirada y fijarla en los TESOROS CELESTIALES y DELEITARNOS EN SUS REALIDADES, EN LA VERDAD DE DIOS.

Es allí, entonces, que la Alabanza y la Adoración fluyen naturalmente.

Si nos tomamos el tiempo para Meditar en lo que es Dios, en su Grandeza, en su Amor, en su Perdón, en su Misericordia, en todo lo que hizo a nuestro favor, en Cristo, en su Sacrificio, en su Poder….

Entonces será imposible quedarse callado y nuestros labios se llenarán de Alabanza y todo nuestro ser se postrará en Adoración!!!

Cuando sólo nos acercamos a Dios para PEDIR …

Cuando el foco es sólo mi situación, mi necesidad, mi humanidad…

Cuando busco que Dios me de lo que pido y sólo de esa manera estar satisfecho y pleno …

…Nuestra mirada seguirá puesta en esta Tierra y en todo lo que me falta… o creo que me falta…

Pero si por el contrario, le doy espacio y tiempo al Espíritu de Dios para que me hable y me revele su Palabra, entonces mis ojos verán otra realidad… la REALIDAD CELESTIAL… 

Dice en Colosenses 2.9-10, 

Colosenses 2.9-10

9 Pues él [CRISTO] es la completa plenitud de la deidad viviendo en forma humana. 

10 Y nuestra propia completitud [PLENITUD] se encuentra ahora en él. Estamos completamente llenos de Dios a medida que la plenitud de Cristo desborda dentro de nosotros. ¡Él es la Cabeza de cada reino y autoridad en el universo! 

Cristo está nuestra PLENITUD. 

En Él lo tenemos todo y no tenemos necesidad de nada más.

Es Cristo quien nos SACIA.

Es verdad que somos SERES NECESITADOS. 

Pero, precisamente, esto tiene que ser el motivo por el cual cada día voy a la Presencia de Dios a SER SACIADO.

Hay un Salmo que nos habla de estar SACIADOS…

Salmos 131 /NVI

1 Señor, mi corazón no es orgulloso, ni son altivos mis ojos; no busco grandezas desmedidas, ni proezas que excedan a mis fuerzas.

2 Todo lo contrario: he calmado y aquietado mis ansias.

Soy como un niño recién amamantado en el regazo de su madre.

¡Mi alma es como un niño recién amamantado!

3 Israel, pon tu esperanza en el Señor desde ahora y para siempre.


Aquí el Rey David, nos expresa, donde estaba su DELICIA, su DELEITE y su SATISFACCIÓN.

No estaba en grandes ambiciones, proyectos, proezas, logros, victorias sino que por el contrario dice claramente: “he calmado y aquietado mis ansias”…

“Soy como un niño recién amamantado en el regazo de su madre”…

Qué maravillosa descripción!!!

Antes de recibir el alimento que su madre tiene para Él, el bebé llora a gritos… pero una vez alimentado, toda su expresión cambia. El llanto se torna en paz. Los gritos, en descanso. Ahora toda la ansiedad que lo gobernaba, fue quitada del medio y todo está lleno de SATISFACCIÓN. 

Su necesidad fue saciada.

Así es como DAVID se encontraba en los brazos de Dios. Totalmente SACIADO, SATISFECHO.

De la misma manera, nosotros también debemos aprender del rey David y buscar ser saciados por la presencia del Señor.

NUESTRA PLENITUD, NO PUEDE DEPENDER DE LA CONTESTACIÓN DE UNA PETICIÓN A DIOS.

No estoy diciendo con todo esto que no tenemos que pedir.

Lo que estoy afirmando es que nuestras oraciones, nuestros encuentros con Dios, nuestro momento de intimidad con el Padre, no pueden estar centrados en el PEDIR.

SI ES NECESARIO, DEBEMOS CAMBIAR NUESTRA MANERA DE ORAR.

DEBEMOS DEJAR DE CENTRARNOS EN NUESTRAS NECESIDADES Y EN SU LUGAR CENTRAR NUESTRA ATENCIÓN EN LO QUE DIOS NOS DIO EN CRISTO JESÚS.

DEBEMOS DAR LUGAR A LA FE, Y ORAR PROCLAMANDO LO QUE DIOS DICE Y NO LO QUE YO VEO.

EL MIÉRCOLES, UNA HERMANA NOS COMPARTÍA COMO ES QUE ESTÁ ORANDO POR SU FAMILIA DESDE HACE YA VARIOS AÑOS.

EL SEÑOR LE HABLÓ A TRAVÉS DEL SALMO 1 Y A PARTIR DE ESE MOMENTO COMENZÓ A ORAR TOMANDO COMO BASE ESE SALMO.

PERO NO ORÓ DICIENDO “GRACIAS SEÑOR PORQUE MI FAMILIA SERÁ COMO ÁRBOL PLANTADO JUNTO A CORRIENTE DE AGUA….”

EN LUGAR DE UTILIZAR LOS VERBOS EN FUTURO, LO HIZO EN PRESENTE…

ES MUY PROBABLE QUE CUANDO COMENZÓ A ORAR DE ESTA MANERA PODÍA PARECER UNA LOCURA… PORQUE LO QUE VEÍA ERA MUY DISTINTO A LO QUE DECÍA, PERO ELLA DECIDIÓ QUE NO ERA POR LO QUE VEÍA SINO POR FE…

ASÍ QUE ORÓ… “GRACIAS SEÑOR PORQUE MI FAMILIA ES COMO ESE ÁRBOL PLANTADO JUNTO A ….”

DEBEMOS DEDICAR MÁS LUGAR EN NUESTRO TIEMPO DE ORACIÓN A LA ALABANZA, A LA ADORACIÓN, A PROCLAMAR LO QUE DIOS DICE.

NO IMPORTA SI LO VEO … ES POR FE…

Y SI DIOS LO DICE EN SU PALABA… ASÍ LO HARÁ…