CANCIONES SÁB. 04/05/2024


Danza con Libertad

Victorioso, tuya es toda la gloria
En la cruz fue tu victoria
Vamos a cantar

Que venciste
Con tu gracia nos alcanzaste
Con amor nos perdonaste
Y hoy vivimos para Ti

Vamos a cantar
Vamos a gritar
A una sola voz
Que aquí hay libertad

CORO

/Y si aquí está el Espíritu de Dios
Demuéstralo
Y danza con libertad
Danza con libertad/

PUENTE

Y yo soy libre, libre, libre
Y yo soy libre, libre, libre
Y por siempre cantaré de tu amor


Todo Cambió

Brotó de mi alma
Una nueva canción
Y pronto el enemigo
Se confundió
Antes no entendía
Lo que tenía en mi canción
Pero alabé a Cristo
Allí todo cambió
Pero alabé a Cristo
Allí todo cambió

CORO

Alábale
Que Él es bueno
Y reina con poder
Alábale que toda oscuridad
Tiembla ante Él
No es un cuento, es mi historia
Lo que mi Padre me enseñó
Cuando alabé a Cristo
Allí todo cambió
Cuando alabé a Cristo
Allí todo cambió

Al mencionar Su nombre, montañas moverán
Y lo que estaba muerto, lo resucitará
Antes no entendía
Lo que había en mi canción
Pero alabé a Cristo, allí todo cambió

PUENTE

Él me sanó
Me rescató
Me dio vida nueva
Me coronó y me levantó
Rompió las cadenas
Nueva canción de adoración
Corre por mis venas
Exáltale
Y vas a ver
Como rompe tinieblas

Quiero Conocer a Jesús

Mi orgullo me sacó del jardín
Su humildad puso el jardín en mí
Y si vendiera todo lo que tengo
A cambio de Su amor, yo fallaría

Porque Su amor no se compra
Ni se merece
Su amor es un regalo
De gracia, se recibe

CORO

Quiero conocer a Jesús
Quiero conocer a Jesús
Quiero conocer a Jesús
Quiero conocer a Jesús

PUENTE

Yeshua, ah-ah-ah, ah-ah-ah

Mi amado es el más bello
Entre millares y millares
Mi amado es el más bello
Entre millares y millares

CANCIONES SÁB. 27/04/24


Te doy gloria

Cuan hermoso, eres Jesús,
Son tus palabras; es tu amor,
Cuan glorioso, eres Jesús,
Es tu poder, fue tu Cruz
La que me salvó; me rescató,
Un momento allí… nos dio libertad…

CORO
Te doy gloria, gloria; te doy gloria, gloria;
Te doy gloria, gloria; a ti Jesús…

Cuan hermoso, eres Jesús,
Son tus palabras; es tu amor,
Cuan glorioso, eres Jesús,
Es tu poder, fue tu Cruz
La que me salvó; me rescató,
Un momento allí… nos dio libertad… 

CORO
Te doy gloria, gloria; te doy gloria, gloria;
Te doy gloria, gloria; a ti Jesús…

PUENTE
Con una corona de espinos
Te hiciste Rey por siempre…

 

CORO
Te doy gloria, gloria; te doy gloria, gloria;
Te doy gloria, gloria; a ti Jesús…

Creo en ti Jesús

Quiero levantar a Ti mis manos.
Maravilloso Jesús, milagroso Señor.
Llena este lugar de Tu presencia,
Y haz descender Tu poder
a los que estamos aquí

PRE CORO
Creo en Ti, Jesús
Y en lo que harás en mi
En mí, en mí.

CORO


Recibe toda la gloria,

Recibe toda la honra.
Precioso Hijo de Dios.

Te coronamos (En intimidad)

En lo secreto ahí estás, en intimidad, en intimidad.
Y con la multitud te adoro, en intimidad, en intimidad.

Y cuando el mundo acabe,
El tiempo ya no vuelve más.
Eternamente, te adorarán
Te cantarán, por siempre….

CORO
Te coronamos Rey
Te coronamos Señor
Te coronamos sobre todo nombre, Jesús.

CANCIONES SÁB. 20/04/24

Tu eres digno de gloria

    Hoy te alabamos Señor
    Y declaramos que tú eres nuestro Dios
    Tu eres el Dios de amor
    Ya no somos esclavos del temor

    Hoy te adoramos Señor
    Y te cantamos con nuestro corazón
    Te damos todo el honor
    Sobre el cielo y la tierra tu eres Señor

    CORO

    Tú eres digno de gloria
    Sobre toda la tierra, tú eres Dios
    Tú eres digno de recibir
    Toda adoración, todo el honor sea a ti.

    PUENTE

    Eres digno, eres santo
    Eres rey, de toda creación.

    Quiero enamorarme más de Tí

    Cuando pienso en tu amor y en tu fidelidad
    No puedo hacer mas que postrarme y adorar
    Cuando pienso en lo que has sido
    Y hasta donde me has traído
    Me asombro de ti

    CORO 1

    No me quiero conformar
    He probado y quiero más

    CORO 2

    Yo quiero enamorarme más de ti
    Enséñame a amarte y a vivir
    Conforme a tu justicia y tu verdad
    Con mi vida quiero adorar
    Todo lo que tengo y lo que soy
    Todo lo que he sido te lo doy
    Que mi vida sea para ti
    Como un perfume a tus pies

    Cuando pienso en tu cruz
    Y en todo lo que has dado
    Tu sangre por mi
    Por borrar mi pecado
    Cuando pienso en tu mano
    Hasta aquí hemos llegado
    Por tu fidelidad

    CORO 1

    No me quiero conformar
    He probado y quiero más

    CORO 2

    Yo quiero enamorarme más de ti
    Enséñame a amarte y a vivir
    Conforme a tu justicia y tu verdad
    Con mi vida quiero adorar
    Todo lo que tengo y lo que soy
    Todo lo que he sido te lo doy
    Que mi vida sea para ti
    Como un perfume a tus pies

    Vivo para adorar

    Vivo para adorar
    Vivo para adorar

    Para adorarte a Tí
    Para adorarte a Tí

    A CARA LAVADA

    En más de una oportunidad hemos hablado sobre la Iglesia.

    — Que y quienes somos.

    — Porqué somos iglesia.

    —Y para qué somos iglesia.

    Las respuetas a estas preguntas nos indican como debe ser nuestra forma de vivir.

    Podriamos definir que la Iglesia de Cristo, somos los que hemos sido llamados por Jesucristo a seguirlo, reconociéndolo como nuestro Señor y Dueño, quién murió en nuestro lugar y a nuestro favor.

    Al reconocer esto, y creer en lo que él hizo en la cruz por nosotros y resucitar de la muerte al tercer día, Jesús el Cristo, se convierte en nuestro Salvador.

    Aquel que vino a este mundo, se hizo hombre y nos Salvo de la muerte eterna.

    Ahora, le seguimos por amor, queriendo cumplir su voluntad y somos guiados por su Espíritu Santo, hasta que Él vuelva a buscarnos.

    En este camino que hemos emprendido, vamos siendo transformados, para ser cada día más parecidos a Cristo.

    Una de las formas en las que opera esta TRANSFORMACIÓN es por medio de la SANIDAD.

    Creemos y somos testigos de la sanidad física que Dios opera en los que creen.

    Pero hoy quiero puntualizar una SANIDAD que todos necesitamos.

    Una SANIDAD que es más profunda que la sanidad física.

    Todo TRAUMA es una lesión o un daño.

    Pueden ser traumas físicos o traumas del alma.

    El pecado nos enfermó, nos causó traumas.

    Es una enfermedad mortal, de la cual Cristo nos libró!!!

    Pero aún así, muchos de sus efectos, de sus traumas siguen afectando nuestra vida.

    Nuestras emociones, nuestros pensamientos, nuestra auto-imagen, nuestros traumas, miedos, temores, fobias, heridas de años, malformaciones emocionales, familiares, etc.

    TODOS NECESITAMOS SER LIBRES Y SANOS DE ESTOS TRAUMAS.

    TODOS NECESITAMOS LA SANIDAD DEL ALMA.

    Y hasta que esto no ocurra, nuestro caminar será dificil, caminaremos cojeando…

    JESÚS COMENZÓ SU MINISTERIO DICIENDO:

    LUCAS 4.18-19 /RV2020

    El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón, para pregonar libertad a los cautivos, para dar vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos y para predicar el año de gracia del Señor.

    /TPT

    «El Espíritu del Señor está sobre mí, y me ha ungido para ser esperanza para los pobres, sanador para los quebrantados y nuevos ojos para los ciegos, y para predicar a los prisioneros: ‘¡Eres liberado!’ He venido a compartir el mensaje del Jubileo, porque el tiempo de la gran aceptación de Dios ha comenzado».

     

    ALELUYA!!!

    Jesús vino, enviado por el Padre, para SANAR A LOS QUEBRANTADOS DE CORAZÓN.

    No está hablando de los que tienen el “corazón roto por amor”…

    Para los que escuchaban lo que Cristo estaba leyendo, el corazón, era el centro de las emociones, de la vida.

    Los QUEBRANTADOS DE CORAZÓN son los que tienen las emociones traumadas, rotas, lastimadas, dañadas, enfermas…

    Y Cristo vino para SANARNOS.

    Y es la Comunidad de Fe, que es la Iglesia, el lugar donde Cristo quiere sanarnos.

    Es que muchos de nuestros traumas emocionales, afectan nuestra forma de relacionarnos.

    Con nosotros mismos y con los otros… con el otro, con el prójimo.

    Y es por esto que la familia de Dios es el lugar adecuado para que Cristo nos sane.

    TODOS ESTAMOS SIENDO SANADOS.

    Aquí no hay nadie que esté completamente SANO.

    Seguiremos en este proceso de SANIDAD hasta que el Señor venga a buscarnos.

    ¡Que bueno es saber que estamos en el lugar que Dios ideo para que seamos SANOS!

    El quiere sanarnos y es por esto que nos injertó en su familia.

    Ahora somos parte de su Comunidad sanadora.

    Y es fundamental que todos sepamos donde estamos y para que estamos.

    Ninguno de nosotros puede atribuirse el papel de médico, de profesional de la salud emocional, porque todos estamos bajo el tratamiento del único médico del alma: JESUCRISTO.

    Podemos ayudar, guiar, aconsejar en lo que ya hemos sido sanados, pero siempre indicando la prescripción médica del ÚNICO MÉDICO DEL ALMA.

    Dios quiere sanarnos.

    Pero aún frente al poder de Dios, hay situaciones que impiden esta sanidad.

    ¿Como puede ser esto?

    ¿Frente al poder de Dios?

    SI.

    Lamentablemente Sí.

    Permítanme expresarlo así:

    UNO DE LOS MAYORES IMPEDIMENTOS PARA SER SANADOS DE LOS TRAUMAS DE NUESTRA ALMA, ES EL MAQUILLAJE.

    ¿QUÉ? 

    Estudiando un poco sobre el MAQUILLAJE. 

    Aprendí, que la palabra maquillar o maquillaje proviene del germánico antiguo, concretamente de la palabra “makar”, que significa “modelar”.

    De aquí deriva en la francesa “ maquillage (maqui-iash) ”, que se utilizaba para designar el maquillado de los actores y actrices que trabajaban en el teatro.

    Por esto podriamos decir que en su origen la palabra MAQUILLAR significaba “ modelarse o esculpirse una nueva cara ” 

    MAQUILLAR: Modificar la apariencia de algo para disimular su verdadera naturaleza.

    Es por esto que decía que nuestro MAQUILLAJE es uno de los mayores impedimentos que Dios tiene para sanarnos el alma.

    A través de los años nos hemos convertido en expertos en maquillarnos.

    Expertos en ocultar lo que somos.

    Expertos en tapar nuestras debilidades, nuestros errores.

    Claro que lo hemos hecho por temor, por miedo a ser rechazados, a no ser incluídos.

    Temor a no poder ser parte.

    Temores que nos han llevado a “modelar una nueva apariencia”.

    Hemos construído un nuevo “YO”.

    Y tal vez esto nos ha servido por un tiempo… pero la verdad es que: TAPAR NO ES SANAR.

    Por el contrario, el ocultar ha permitido que lo que estaba enfermo, siga creciendo, siga enfermando.

    En las Sagradas Escrituras, se utiliza una palabra de origen griego, que podriamos decir se utilizaba para describir algo muy similar, que la palabra MAQUILLAJE…  

    HIPOCRESÍA: Del griego “hypókrisis” que significa “la actuación de un actor en el teatro”. 

    Es la simulación o el fingir un personaje, un papel, para hacerse pasar por otra persona.

    Proverbios 11:3 /NVI

    A los justos los guía su integridad; a los falsos los destruye su hipocresía.

     

    Aquí Proverbios describe 2 FORMAS DE VIVIR.

    LA INTEGRIDAD y LA HIPOCRESÍA.

    Ser íntegro, es ser de una pieza. Es mostrarse tal cual somos. Es el que tiene una sola cara. El íntegro es el que no oculta otra cara.

    Por el contrario, el hipócrita es el que tiene una máscara. El que finge un personaje. El que se hace pasar por alguien que no es.

    Y el remate de este proverbio es que EL OCULTAR DESTRUYE A LA PERSONA.

    Aunque estemos en el lugar adecuado para ser sanados, si ocultamos nos destruiremos.

    Aunque estemos en el lugar donde Dios quiere sanarte, que es la iglesia, la comunidad de fe, la comunidad de Amor, si OCULTO, si me “maquillo” para que los otros me acepten y no muestro mis defectos para que sea sanado, al pasar el tiempo, lo que oculto, se convertirá en un gran problema que puede sacarme del camino…

    LA PREGUNTA ES ¿POR QUÉ NOS MAQUILLAMOS, OCULTANDO LO QUE SOMOS?

    Creo que es por temor al rechazo, al desprecio. Por temor a no ser aceptados.

    Frente a esto necesitamos creer que Dios nos ha aceptado y nos ha adoptado por Amor en Cristo.

    EFESIOS 1.4-6 /RV2020

    4 Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. Por su amor 5 nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, porque así lo quiso, 6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.

     

    Dios te amó, te ama y te amará.

    El nos ama y es por esto que envió a su único hijo para SALVARNOS, para SANARNOS.

    En CRISTO somos ACEPTADOS y en Él somos ADOPTADOS como hijos.

    El Dios SANTO, nos hizo sus hijos!!!

    SI CREEMOS ESTO, NO HAY FORMA DE QUE SIGAMOS TENIENDO TEMOR AL RECHAZO.

    No tenemos que demostrar nada.

    No tenemos que aparentar nada.

    Dios nos ama.

     

    Y otro de los porqué nos OCULTAMOS detras de un personaje, y no queremos que nos conozcan a CARA LAVADA… es por no quere perder.

    Tal vez creemos que por mostrarnos tal cual somos, y que necesitamos ser sanados, vamos a perder aceptación, vamos a perder amigos, vamos a perder hermanos, relaciones, posición, status…

    Miedo a perder…

    Pero nos olvidamos lo que Jesús dijo:

    Mateo 16:25 /NVI

    Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.

     

    SI o SI, va a existir una PÉRDIDA.

    El punto es cuando queremos que esa PÉRDIDA ocurra.

    Para lo cual también debemos tener en claro lo que esa PÉRDIDA va a provocar.

    Si hoy queremos salvarnos por nuestros propios medios… la PÉRDIDA ocurrirá al final de nuestros días… y será una pérdida eterna… 

    Pero si por el contrario, aceptamos lo que Dios quiere para nosotros, perdiendo nuestra máscara, la vida que hemos construído nosotros… entonces, seremos sanados y lo que nos parecía una gran pérdida se convertirá en una gran ganancia.

    ¿QUÉ VAMOS A HACER?

    Seguiremos tapando, ocultando…

    O por el contrario, nos quitaremos el maquillaje, las máscaras y a cara lavada permitiremos que Dios nos sane y nos transforme…

    2 CORINTIOS 3.17-18  /RV2020

    17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Por lo tanto, todos nosotros, contemplando a cara descubierta la gloria del Señor, como reflejada en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor.

    El Samaritano

    Damos gracias al Señor por su infinito Amor.

    Su Gracia y su Misericordia nos han traído hasta aquí.

    Y reconocemos que si no fuera por el Señor hoy no estaríamos aquí. En ningún sentido.

    En las semanas de preparación del Encuentro del último sábado…

    …Recordando a Héctor y todo lo que el hizo Gloria la esposa de Héctor me animaba y me decía que había que seguir…

    Y el pastor Luis Losardo, el sábado pasado expreso que la noche de honra a Héctor y Gloria era un “hito“ para esta congregación.

    Un “hito“ o “mojón“ es según el diccionario:

    1. Poste de piedra o cualquier señal clavada en el suelo que sirve para marcar el límite de un territorio o de una propiedad, o para indicar las distancias o la dirección en un camino.

    Osea, un “hito“ nos marca hasta donde hemos llegado pero de alguna manera también nos marca cuanto nos falta…

    Es decir, “hasta aquí nos ha ayudado el Señor“ pero todavía hay mucho más para recorrer, el camino no ha llegado a su fin.

    Hay mucho del Señor para conocer, para profundizar, para experimentar.

    Hay mucha cosecha que cosechar.

    Hay mucha obra por hacer.

    Por esto también el Señor nos anima diciendo… “no se cansen de hacer el bien

    Gálatas 6.9-10

    9 Y no se cansen de plantar buenas semillas, ¡porque se acerca la temporada de segar la maravillosa cosecha que han plantado!

    10 Aprovecha cada oportunidad para ser una bendición para los demás, ¡especialmente a nuestros hermanos y hermanas de la familia de la fe!

    Y amados, todos estamos llamados a ser de bendición a los demás.

    Todos estamos llamados a sembrar la buen semilla y luego a participar de la cosecha.

    Hay muchas personas heridas, lastimadas, desterradas, aprisionadas, oprimidas, angustiadas, desesperadas, en depresión, sin ganas de vivir, equivocadas en su forma de vivir…

    Muchas personas que necesitan de tu palabra, de lo que Dios te dió para que seas de bendición a esas personas.

    Levantemos la mirada. Animate a mirar y a observar… 

    Si, vos tenés mucho para dar a los demás.

    Todo lo que has recibido de Dios, es para que también lo des.

    Y cuando lo des, eso que Dios te dió, se multiplicará y abundará para bendición de muchos y de tu vida también.

    Meditando en esto, volví a leer la Parábola del “Buen Samaritano“.

    Lucas 10.30-37 /NVI

    30 Jesús respondió:

    —Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. 

    31 Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo. 

    32 Así también llegó a aquel lugar un levita y, al verlo, se desvió y siguió de largo. 

    33 Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él. 

    34 Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. 

    35 Al día siguiente, sacó dos monedas de plata y se las dio al dueño del alojamiento. “Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva”. 

    36 ¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?

    37 —El que se compadeció de él —contestó el experto en la ley.

    —Anda entonces y haz tú lo mismo —concluyó Jesús.

     

    Esta parábola es muy conocida.

    Pero veamos una vez más que es lo que Dios nos quiere enseñar.

    La parábola es la respuesta del Señor a la pregunta “¿Quién es mi prójimo?“. 

    No responde a la pregunta sobre “que debo hacer para ser salvo“, sino que lo que quiere enseñar es cual debe ser nuestra actitud o nuestro proceder frente a los demás.

    En la parábola tenemos a varios personajes:

    — El hombre que iba de Jerusalem a Jericó.

    — Los ladrones.

    — El sacerdote.

    — El levita.

    — El samaritano.

     

    El hombre que recorría el camino… simboliza en primer lugar a la humanidad. Y dentro de ella a cada uno de nosotros. 

    Satanás, simbolizado por los ladrones, nos había quitado la ropa, nos había golpeado y nos dejó moribundos… 

    Estando tirado en medio del camino, osea de la vida, pasó un sacerdote, que simboliza la religión tanto judía como cualquier otra religión.

    Y aquí entendemos por religión a todo un conjunto de leyes y normas que nos dicen como es que debemos llegar a Dios.

    Y este hombre religioso, por no querer contaminarse se alejó, al creerlo muerto y pasó de largo.

    También pasó un levita. Este era un hombre que servía en el servicio de culto a Dios. Estaba cercano a lo religioso. Tal vez se creía bueno o mejor que los otros por estar en este servicio.

    Pero el hecho es que también lo vió y pasó de largo.

    Aquí debemos recordar que la parábola apunta a reconocer cual es nuestro prójimo.

    Para un un israelí en el tiempo de Jesús, el prójimo era otro israelí. 

    Por lo cual el “amarás a tu prójimo como a tí mismo” sólo aplicaba para otro israelí.

    Y los sacerdotes y los levitas, que estaban en el servicio del Templo de Jerusalem y en todo lo referido al culto a Dios, eran los prototipos de aquellos que cumplian la Ley de Dios y que por lo tanto eran los ejemplos a seguir en cuanto a la ayuda al prójimo.

    Lo obvio en la parábola era que el sacerdote y el levita ayudarían al moribundo… pero no pasó así.

    Por otro lado el samaritano en los tiempos de Jesús era el “despreciado“ al mismo nivel que un “perro callejero“.

    Para los judíos, los samaritanos eran inferiores por ser una mezcla racial.

    Recordemos que el desprecio era tal, que ni querían pasar por su tierra.

    Es por esto que Jesús le rompe todos los esquemas al contar esta parábola con un samaritano como protagonista.

    ¿Y quien es el Samaritano?

    Jesús es el Buen Samaritano. 

    Jesús se identifica con el despreciado.

    El Señor se identifica con el que es considerado un paria social o alguien de una raza inferior.

    El también se identifica con el extranjero y el que es visto con menosprecio.

    Esta parábola era un escándalo para los que la escucharon de los labios del Señor.

    Y que hizo el samaritano…

    — Lo vió y se compadeció.

    — Se acercó, lo curó, lo desinfectó y lo vendó.

    — Lo cargó y lo cuidó.

    — Dejó pago su recuperación.

    — Prometió que volvería y pagaría si quedaba alguna deuda.

    No podemos obviar que esto es precisamente lo que el Señor hizo con cada uno de nosotros.

    —Nos vió y se compadeció. 

    — Aún cuando no le conociamos y le despreciabamos, el se compadeció y se acercó.

    — El tomó la iniciativa por buscarnos y salvarnos.

    — Sin importarle lo que pensábamos de Él, se hizo cercano. 

    — Nos curó, nos desinfectó y nos vendó.

    — Quitó de nuestro cuerpo lo que producía la infección… es decir el pecado… y nos curó las heridas que este producía.

    — Nos vendó para que dejáramos de sangrar por esas heridas.

    — Nos cargó. Se hizo cargo de nosotros. De nuestras cargas. De nuestra vida.

    — Llevó sobre sí todas nuestras cargas.

    — Nos vistió.

    — Nos cuida.

    — Pagó nuestro cuidado.

    — Y volverá y recompensará a los que hicieron su voluntad.

    ¡¡¡CUANTO AMOR!!!!

    Gracias Jesús!

    Gracias por todo lo que hiciste por mí. Por cada uno de nosotros.

    Pero queridos, esto no puede ni debe quedar aquí.

    Lo que Jesús, el buen samaritano, hizo por nosotros es sólo el inicio de lo que debemos hacer.

    Como decía, hay muchos necesitados, muchos heridos, lastimados, moribundos…

    Jesús fue claro…

    —Anda entonces y haz tú lo mismo —concluyó Jesús.

    Si el Señor nos trajo hasta aquí es porque quiere que sigamos su ejemplo.

    El quiere que seamos un lugar de sanidad.

    Dios quiere que seamos un espacio, donde los lastimados y heridos sean curados y sanados.

    Donde encuentren sanidad y restauración.

    Un lugar donde naturalmente recibamos al que está buscando a Dios.

    Rompamos el molde.

    Seamos mejores.

    Busquemos con insistencia hacer la voluntad del Señor.

    Abramos nuestro corazón para que seamos llenos de compasión, de amor, de misericordia, de gracia.

    No tengamos temor a ensuciarnos.

    No tengamos temor a contaminarnos.

    No tengamos temor a nada… ni a la muerte.

    Seamos los buenos samaritanos…