¿Que es un Pacto?
Un pacto es un acuerdo entre 2 partes.
En las Sagradas Escrituras tenemos el registro de 2 tipos de pactos.
Uno de ellos es el Pacto entre seres humanos.
Y el otro tipo de pacto registrado en la Biblia es el Pacto que hace Dios con el ser humano.
Una de las características de estos pactos entre Dios y el ser humano, es la clara iniciativa de Dios para realizar pacto.
No es el hombre que quiere llegar a un acuerdo con Dios sino que por el contrario y ante toda lógica humana, es Dios quien le presenta un pacto al ser humano.
En las Sagradas Escrituras se detallan 7 Pactos que Dios hizo con el ser humano.
Algunos de ellos son Pactos condicionales y otros incondicionales.
La diferencia radica en que los Pactos Incondicionales son donde Dios cumplirá su parte del Pacto independientemente de las acciones humanas. Por ejemplo, el pacto que Dios hizo con Noé, a quién prometió que no volvería a destruir la raza humana por medio del agua… y el sello de este pacto es el arcoiris…
En cambio los Pactos condicionales son donde el ser humano debe obedecer los términos del pacto para recibir las promesas relacionadas con él.
Aún así, lo más destacable, es que a diferencia de un pacto entre seres humanos que se mantiene hasta que una de las partes lo quebranta… el Pacto entre Dios y el ser humano, es una promesa garantizada con un juramento que Dios hace sobre sí mismo a modo de testamento. Es decir de parte de Dios, el Pacto es inquebrantable…
Cuando Jesús, en el aposento alto, instituye la Santa Cena… dice en Lucas 22.20
De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: «Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre, que es derramada por ustedes.
Lo que Jesús les dice a sus discípulos es: “Esta es mi sangre, la sangre con la cual queda acordado un Nuevo y Mejor Testamento”.
Y la palabra que Jesús utilizó y que se traduce como Pacto o Testamento, significa: “acuerdo establecido entre dos partes, con todos los términos determinados por la parte iniciante y confirmado por aquellos que ingresan al acuerdo.”
Lo que los discípulos entendieron es que Dios les estaba presentando un Nuevo, o un Mejor Testamento o Pacto y lo que ellos podían hacer era: aceptarlo o lo rechazarlo…
No es que podían llegar a un acuerdo… modificando algún término y entonces aceptar el Pacto…
No.
Lo que Dios nos ofrece se acepta o se rechaza tal cual está formulado por Dios… que es la parte que propone el acuerdo. Es Dios quién tiene la iniciativa…
Pero…
¿Cuál es el Nuevo Pacto que Dios hizo con el ser humano y que hoy recordamos?
Leamos algunos pasajes del Antiguo Testamento que profetizaban sobre este Nuevo y Mejor Pacto…
Jeremías 31:31,33-34 /NBLA
31 Vienen días», declara el Señor, «en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto,…
33 «Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días», declara el Señor. «Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré. Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo.
34 No tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciéndole: “Conoce al Señor”, porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande», declara el Señor, «pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado».
Jeremías 32:40 /NBLA
Haré con ellos un pacto eterno, de que Yo no me apartaré de ellos para hacerles bien, e infundiré Mi temor en sus corazones para que no se aparten de Mí.
Ezequiel 37:26 /NBLA
Haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con ellos. Y los estableceré, los multiplicaré y pondré Mi santuario en medio de ellos para siempre.
— “Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré…”
Cuando en el Antiguo Pacto, el Pueblo de Dios recibió las leyes… lo que conocemos como los 10 mandamientos, Dios las escribió sobre tablas de piedra… y el pueblo las recibió, las leyó, las estudió, conservó las tablas dentro del Arca del Pacto, pero siempre fueron algo “externo” a ellos. Algo que tenían que obedecer, esforzándose… para cumplirlo…
En cambio el Nuevo Pacto, promete que esta Ley que siempre fue algo externo al ser humano, Dios la hará nacer dentro de cada uno de los que aceptan este nuevo acuerdo.
La ley que había sido escrita en piedra, ahora Dios promete grabarla en cada corazón…
La Ley de Dios pasa de ser algo fuera del ser humano, para ser parte de él.
En el Nuevo Pacto, la ley del Señor brota naturalmente de un corazón entregado a Dios.
Por esto Jesús dice en Mateo 11:28-30, “vengan a mi los que están cansados y hallarán descanso para sus almas… lleven mi yugo sobre vosotros… porque mi yugo es fácil y ligera mi carga…”
— “Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo…”
En el Nuevo Pacto, Dios promete ser nuestro Dios y nosotros Su Pueblo. Hay un compromiso de Dios para con los suyos.
— “porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande”
Dios mismo nos enseñará sus caminos. Dios promete una guía personalizada. Es lo mismo que Jesús dijo en Juan 16 de como el Espíritu Santo nos guiaría y nos enseñaría todas las cosas…
— “pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado”
Dios promete el perdón de nuestra maldad. Ya lo que nos separaba de Dios y no nos permitía ser sus hijos, su pueblo, ahora la sangre de Cristo, pagó el precio “quitó el pecado del mundo”… ahora sí podemos sin necesidad de otro sacrificio, acercarnos a Dios…
— “Haré con ellos un pacto eterno”
Lo que Dios propone no tiene fecha de caducidad… es eterno.
— “…para hacerles bien”
Dios promete que no se va a apartar más de nosotros… porque nos quiere hacer bien… y además infundirá temor de Dios, es decir “conciencia de quién es Él”… para que no nos apartemos de Él…
— “…y pondré Mi santuario en medio de ellos para siempre”
El promete venir a vivir en medio de nosotros. Juan 14.23 “Si alguien me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”
Es Dios con nosotros. Emmanuel. Una vez más … es parte nuestra y nosotros somos parte de Él…
— “…un pacto de paz”
La raza humana es quién se ha enemistado con Dios. Es el ser humano quién se rebeló… pero aún así… es el ofendido… quién propone PAZ…
“…nunca más me acordaré de sus pecados…”
Que bien nos hace recordar este Nuevo y Mejor Pacto que hemos aceptado y que disfrutamos…
Gloria a Dios!!! Gracias Señor!!!!